> Canal de Cine Federico Casado Reina: Falsas Esperanzas

Falsas Esperanzas

The Box (La Caja)

A este hombre se le están acabando las oportunidades; después de hacer una de las últimas “cult-movies” del reciente Hollywood, Donnie Darko, no ha levantado cabeza, tras “Hotel, dulce hotel”, un programa de televisión de dudoso éxito y la marcianada “Southland Tales”, donde intentaba meter con un calzador todos los elementos propios del cine apocalíptico, con bastante poca fortuna. Con “The Box” ha sucedido algo parecido, ya que un planteamiento sugerente (¿Qué harías si apareciera alguien con una caja que tuviera un botón capaz de darte un millón de dólares al pulsarlo, pero a cambio muriera alguien que no conoces?) luego arroja uno de los mayores desatinos argumentales que jamás he visto en una película. El film se basa en un relato corto de Richard Matheson, un autor de ciencia ficción y fantástico tan prolífico como dispar, y podría haber sido un buen tanto en las respectivas carreras de los protagonistas, tanto de Cameron Díaz (que ya empieza a estar demasiado tullidita para ir de “tia buena”) como de James Mardsen (con una de las franquicias que le dio a conocer, “Xmen” casi finiquitada y casi todo el mundo olvidando que fue él quien interpretaba a Cíclope, uno de los mutantes históricos de la saga mutante). Al final lo que nos queda es una película bastante trasnochada, que intenta mezclar elementos tan poco afines y pasados de moda (tal y como los tratan) como extraterrestres, albedrío moral, investigaciones secretas estatales, la corrupción del supuesto “sueño americano” de los años setenta y demás batiburrillo. Además ¿por qué se desarrolla la acción en los años setenta y no en la actualidad? ¿Es qué el autor quería mostrar los restos de una sociedad desaparecida?¿Acaso estamos más acostumbrados a hablar de los extraterrestres en la actualidad? La falsa esperanza que se prometía al principio, tras el comienzo del film, paulatinamente se va deshinchando a cada vez mayor velocidad al ver una gran indefinición de temas, todos ellos solapados uno encima de otro para intentar conseguir el efecto acumulativo del “más difícil todavía”, apabullando al espectador (o intentándolo). Lo único realmente positivo del film es su fotografía, realmente lograda para conseguir el look y la estética setentera. Por el contrario, la dirección de actores deja bastante que desear, y únicamente el experimentado Frank Langella da la talla en unos personajes ciertamente esquizofrénicos, en especial la pareja protagonista que parece perdida desde el principio del film hasta el final. Los retazos en el acierto del guión se pierden con los desenlaces de los arcos dramáticos, cada vez más increíbles –incluso para ser un film de ciencia ficción-; precisamente es en estas películas donde hay que cuidar hasta el último detalle en la coherencia argumental, ya que si se traiciona cada vez que uno tiene un “problema” que arreglar –y que se separa de la realidad-, podemos llegar a lo que sucede en el film: que nadie se va a creer lo que estamos viendo. Una cosa es que, dentro del universo que hayamos creado, contemos una determinada historia, por alucinante que parezca (desde viajes en el tiempo a visitas de alienígenas, pasando por miniaturizaciones de seres humanos que se introducen en el cuerpo de terceros o luchas intergalácticas políticas con senados hostigados por los rebeldes y sus ejércitos) y otra muy diferente es que empecemos a contar algo, y como no podemos solucionar las incoherencias argumentales que hemos creado, nos inventemos lo primero que se nos ocurra, pegue o no pegue.

TRAILER

2 comentarios:

Vzqz dijo...

Yo vi esa bazofia el día del estreno. Aún estoy buscando a alguien que me explique de qué coño va.

Federico Casado Reina dijo...

Hombre, yo me enteré de qué iba, pero es tan, tan tonto el argumento que resulta indignante.