> Canal de Cine Federico Casado Reina: Demasiado Corazón

Demasiado Corazón

Pájaros de Papel

De acuerdo, esta película parece que haya sido hecha por y para la familia Aragón, con Emilio junior como director y máximo artífice de la misma. También de acuerdo en que es un refrito de “Ay Carmela” de Saura, y sobre todo “El Viaje a Ninguna parte” de Fernán-Gómez. Pero ¡es tan bonita! Quiero decir, que tiene una factura realmente impresionante (a nivel de cualquier gran producción, con los números musicales de los teatros realmente antológicos ¡¡eso es cine musical, mostrando a la perfección los sentimientos del público y los artistas!!) y que además, el guión contiene momentos realmente preciosos, evocadores, melancólicos, llenos de poesía. Una vez dicho esto, y reconocer el esfuerzo que el presidente de la Sexta y uno de los hombres más poderosos de los medios de comunicación en este país, Emilio Aragón junior, ha realizado con este film, poniendo el corazón en sus recuerdos de niñez y como homenaje a los de ambulantes cómicos que sobrevivían en la posguerra… ¿Para qué este film? ¿Para saciar la sed de nostalgia? ¿Para tener un elemento más con el que decir que es capaz de afrontar cualquier disciplina artística? Una completa inutilidad, trufada de los tópicos más risibles, en un film que (¡¡¡otra vez!!!) habla de la dictadura, de la Guerra Civil Española, de lo malíííííísimos y lo tontíííísimos que eran los franquistas (con personajes más bien sacados de una galería Disney que de la realidad…) y del hambre que se pasaba en este país después de 1939. Y nadie mejor que Imanol Arias –cuya participación en el eterno culebrón “Cuéntame” le hacía idóneo para representar la ¿memoria histórica? del país…- para protagonizar este film, que además cuenta con Luis Homar y Carmen Machi: un grupo de cómicos se reencuentra tras la Guerra Civil e intentan salir adelante con una compañía, por todos los maltrechos pueblos y ciudades españolas. Con todo el sabor del vodevil, esta compañía de varietés se irá encontrando con una realidad mucho más cruda de lo que esperaban, aunque tendrán que utilizar la imaginación no solo para distraer a su público, sino para no caer ellos mismos en el desánimo ante el hambre, la falta de de cualquier necesidad básica o de libertad. En esa dramática tesitura este inopinado grupo de anti-héroes tendrá la oportunidad de demostrar quiénes son realmente, ante un inesperado acontecimiento que puede cambiar no solo sus propias vidas, sino las de su país… Esta regresión a una de las épocas más trilladas del cine español no hace sino confirmar la apuesta segura sobre lo que ya se han hecho miles de películas. Pero lo peor del asunto, no es que se recurra nuevamente a la temática, sino que se intente postular con ella, buscando además la lágrima fácil (hay concretamente un momento-homenaje muy bonito, pero lamentablemente bastante maniqueo…). Sinceramente creo que las intenciones de Emilio Aragón junior han sido buenas, pero el proyecto se le ha ido de las manos a base de magnificarlo (y hasta cierto punto, glorificarlo) para crear una voz “de los artistas” frente a una situación extrema, y utilizando demasiado el corazón y menos la cabeza, se ha creado un film con el que es difícil sentir empatía, no ya por lo que les sucede a los personajes, sino por la particular visión de los mismos, que llega a postularse como verdad absoluta. Los discursos históricos, desde mi modesto parecer, es mucho mejor hacerlos tangencial que no frontalmente. Por poner un ejemplo, no hay mejor película sobre la Guerra Civil Española –desde mi punto de vista- que “La Vaquilla”, donde tenemos oportunidad de desgranar desde el primero al último de los tópicos que se han barajado en la historia de España. Emilio Aragón junior podría haber hecho el trazo mucho más fino, y seguro que con la comedia habría llegado mucho mejor a los espectadores no solo de España, sino de cualquier parte del mundo.

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1 comentario:

Carlos dijo...

Muy de acuerdo contigo, porque hace poco vi de nuevo "La Vaquilla" y es una obra maestra de nuestro cine.
Tambíén debo reconocer que la película de Emilio es valiente y hecha con el corazón, aunque esté de por medio la Guerra Civil de siempre. Es un homenaje a los cómicos de aquella época, de los que se contaban la familia del director que tuvieron que emigrar para subsistir.