No me gusta ser un agorero, y mucho menos un pájaro de mal agüero, pero me lo veo venir a pasos agigantados: el negocio del audiovisual está cambiando mucho y a mucha velocidad. Los ejecutivos -abogados y economistas, básicamente- que dirigen (o dirigían) los estudios suelen tener más de 40 o 50 años y a esa edad ya no tienen capacidad de readaptarse. Hay un escollo demasiado grande entre las directivas y burocracia de los grandes estudios (véase Disney, por ejemplo...) y el producto final, realizado por artistas. No digo que los artistas tengan mejor criterio que los abogados y economistas a la hora de pensar en dirigir una empresa, pero no es menos cierto que las empresas culturales no pueden baremarse de la misma manera que una fábrica de ladrillos, de aceite o de coches. O no deberían. Y pasa lo que pasa, que todo se va al garete, máxime cuando se empeñan en seguir con el mismo modelo de negocio cuando es ya inviable. Hay que cambiarlo todo, porque ya no funciona. La democratización del audiovisual, y los nuevos canales de distribución digital están obligando a que todo cambie. Y si Metro Goldwyn Mayer, una de las grandes productoras de Hollywood de la historia del cine se ha ido al garete, entonces ¿quién puede salvarse? Metro Goldwyn Mayer ha sido durante décadas uno de los principales estudios de la meca del cine. Con más de 3000 títulos, la compañía alcanzó una deuda de más de 3.500 millones de dólares y estuvo a punto de echar el cierre el pasado verano, pero es ahora cuando la empresa ha tenido que tomar cartas en el asunto para salir del hoyo. MGM ha presentado en un tribunal de Manhattan la declaración de insolvencia, primer paso para intentar reflotar la compañía. En base a la Ley de Quiebras estadounidense, la empresa podrá reorganizarse para así reestructurar su deuda, que seguramente se convertirá en acciones para los acreedores, los mismos que aprobaron a finales de octubre la declaración ahora presentada.
A pesar de sus dificultades económicas, Metro Goldwyn Mayer no ha querido deshacerse de algunos importantes derechos, como los de James Bond, cuya nueva secuela lleva retrasándose desde el inicio de sus problemas monetarios.La declaración de quiebra de MGM da un poco de luz a 'El Hobbit', otro de los proyectos más afectados por la situación del estudio. En las últimas semanas se produjeron las esperadas confirmaciones de la adaptación, motivadas precisamente por el nuevo estado de la deuda.
1 comentario:
Hola Nicol,
No tienes por qué disculparte, los comentarios sirven para comunicarse.
En cuanto al intercambio de links, yo tengo una parte del weblog donde se publican los links (me haría falta un banner tuyo) pero no veo en tu web donde iría mi banner. Explícame, e intercambiamos!!
Un saludo.
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