> Canal de Cine Federico Casado Reina: Los Odiosos Ocho: Tarantino, más Tarantino que nunca...

Los Odiosos Ocho: Tarantino, más Tarantino que nunca...

Los Odiosos Ocho


Director
Guión
Quentin Tarantino
Música
Ennio Morricone
Fotografía
Robert Richardson
Reparto
Samuel L. JacksonKurt RussellJennifer Jason LeighDemian BichirWalton GogginsTim RothBruce DernMichael MadsenJames ParksDana GourrierZoë BellChanning TatumLee HorsleyGene JonesKeith JeffersonCraig Stark,Belinda Owino

Aún no sé si "Los Odiosos Ocho" es una buena o una mala película: por una parte, tiene cosas de una genialidad sorprendente, y por otra tiene cosas de una simpleza, infantilismo y estupidez igualmente sorprendente. Si pusiéramos en una balanza todo lo positivo y lo negativo de la película, creo que quedaría en empate, para un film en el que el director, guionista y estrella del show -incluso más allá de sus propios actores o los productores Weinstein...- ejerce de sí mismo y se regodea sin vergüenza alguna de su modo de contar las historias.

Lo que sí tengo clarísimo es que Tarantino escribe seguramente los mejores diálogos de la historia del cine: son ágiles, frescos, delirantes, sorprendentes, originales, chocantes... así podría dar más de cien adjetivos positivos. Por contra, creo que a la hora de crear una estructura dramática en un guión -o sea, lo que es escribir un guión de verdad, más allá de los diálogos de los personajes- es bastante más flojito. Sus mejores películas -desde mi punto de vista "Reservoir Dogs", "Malditos Bastardos" y "Django Desencadenado"- tienen unos diálogos modélicos, aunque las estructuras de esos guiones no sean todo lo sólidas como debieran. Parece que incluso que Tarantino ha llevado a cabo la máxima de Kubrick de que cuando uno tiene tres o cuatro buenas secuencias, ya tiene la película entera. Y creo que es todo lo contrario: un guión, una historia, debe ser algo fluido, que no tenga fisuras, ni dobleces. Algo que evolucione sin cortes. Ahora más que nunca debería entenderse la diferencia entre guionista y dialoguista. Y Tarantino es más dialoguista que guionista.

Eso sí, en este último (y segundo) western de Tarantino se nota perfectamente toda la cinefilia de este director, empezando por contar con Don Ennio Morricone -uno de los pilares básicos del Spaghetti Western- para realizar una brillantísima banda sonora, además de por crear una clásica galería de personajes propios del género, desde el vaquero al sheriff pasando por la cantinera, el enterrador... o el cazarrecompensas (aunque este camino ya lo empezó con su anterior película "Django desencadenado" y el personaje de Tim Roth es un calco del de Christoph Waltz).

A modo de una perversión entre Hitchcock y Agatha Christie, todos los personajes se ven obligados a permanecer encerrados en una cabaña en medio de la nieve, sabiendo que nadie es lo que parece. Aunque hayamos visto este planteamiento desde el juego del Cluedo hasta el clásico de Carpenter "La Cosa" -un film que es justa referencia, y además comparte a Kurt Russell como uno de los actores...-, en la película se sabe sacar jugo de esta ecuación, sobre todo por el tono bizarro de los personajes y sus -insisto- endiablados diálogos -recuerdo haber oído a Tarantino hablar en una entrevista que se iba a los salones de visita de las cárceles para anotar lo que decían los reclusos a las visitas y entre sí...-. Aunque en esta película Tarantino sabe perfectamente ofrecerle a sus seguidores ración doble de lo que esperan de él... hace trampas. Trampas -que evidentemente no voy a contar porque sería un spoiler imperdonable que chafaría toda la película- demasiado gruesas, fullerías impropias de un guionista ganador de cientos de premios internacionales.

Pero me temo que hay muchas cosas gratuitas en esta película, que terminan por empachar, empezando por el regodeo de un modo de hacer cine absolutamente atípico, marca y sello del director que o te gusta, o lo odias. No hay término medio. Y no lo digo por el tono gore que aparece a lo largo de toda la película -auténticas orgías y explosiones de sangre-, ni por la incorrección política del maltrato femenino -la mujer protagonista está recibiendo todo tipo de golpes y humillaciones brutales casi desde el minuto uno- sino por la auténtica exaltación de la violencia de Tarantino realiza permanentemente, casi glorificándola desde todos los ángulos -física, verbal y mentalmente-; ya sabemos que en el Lejano Oeste la supervivencia pasa por salir adelante con el medio que sea -y normalmente, a golpes o a tiros- pero igual que en su anterior western, supo edulcorarlo con algo de humor que le iba a la perfección, en esta ocasión no hay chistes que valgan. Si hay que conseguir algo, se consigue a lo bestia, y punto. Y además luego lo celebro y bailo encima de la tumba de mi enemigo. Así de claro.  

El problema es que en casi tres horas que dura la película, acusé un cierto agotamiento, ya que Tarantino no para de intentar mostrarnos lo agudo, listo, divertido e irreverente que es. Vale, todo eso ya lo sabíamos, y tampoco hacían falta esos exagerados recalcados casi a cada momento. Por otra parte, los diálogos llegan a resultar pesados, ya que aunque demuestran gran ingenio y creatividad, casi en ningún momento -quizás salvo en el arranque de casi cinco minutos de créditos iniciales en un plano de una cruza nevada, eso sí, aderezado con la música de Morricone...- los personajes dejan de hablar para demostrar lo "cool" que son todos.

Los caprichosos saltos temporales, así como las referencias propias de este director -incluido el ficticio tabaco "Red Apple" que aparece en casi todos sus filmes, que viva el product placement...- están más presentes que nunca, aunque más que definir el estilo del director, llegan a cansar. Es muy complicado hacer una película de tres horas en una misma localización y no cansar. Y yo me cansé, la verdad. Es más que evidente la referencia a su primera película "Reservoir Dogs", pero me temo que ahora no se ha llegado al mismo nivel.

O sea, que si te eres de los muchos fans de este director, vas a salir encantado de la película. Pero si la intentamos mirar con una cierta objetividad, no es una de sus mejores películas, ya que no tiene la ironía de otros trabajos, todo es mucho más básico y lineal, y está demasiado extendido en el tiempo. Una hora menos de desarrollo en la historia, y un mejor encaje narrativo habría elevado este "Los Odiosos Ocho" a una categoría superior que desgraciadamente, ahora no tiene. 

TRAILER

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