Quien a hierro mata
Juan Galiñanes, Jorge Guerricaechevarría
Maika Makovski
Pablo Rosso
Cuando uno ve el tráiler de esta película, no puede por menos que sentirse bastante incómodo: ¿Qué pasaría si un poderoso narcotraficante gallego envejeciera y tuviera que ser ingresado en una residencia de ancianos por una enfermedad degenerativa? ¿Un delincuente debe pagar lo que ha hecho, independientemente de su fragilidad física y/o mental debido a su edad? ¿Estaría justificada la venganza, la misericordia, la indiferencia…? Esta premisa demoledoramente turbadora es el punto de arranque de una historia bastante clásica de ajustes de cuentas, poder y debilidad, todo ello enmarcado en una curiosa mezcla de thriller con algunos elementos de terror –género en el que este director se mueve con soltura-.
A diferencia de su anterior película “Verónica”, la premisa argumental de la que arranca la película se va consolidando poco a poco, en una progresión realmente bien lograda, aunque a nivel de guión veo un gran escollo que podría haberse resuelto mucho mejor, ya que cuando vemos al simpático, eficiente, locuaz y agudo enfermero jefe de una residencia de mayores, Mario (Luis Tosar), el paso siguiente en el que se dedica a cuidar del narcotraficante y su cambio de actitud explota de manera demasiado abrupta y con pocas explicaciones: justo lo contrario de lo que decía Hitchcock, que los espectadores tenían que tener más información que los personajes de la película para articular bien el suspense, el terror, la intriga. Bueno, pues esa información está servida con cuentagotas, a base de unos fallidos “flashbacks” que resultan en un inicio demasiado confusos, sin explicar casi nada. Aunque la estructura habría sido mucho más sencilla, creo que si hubiéramos desde el principio qué empuja al protagonista el cambio de actitud, todo habría funcionado igual, si no mejor.
No obstante, Plaza lleva demostrando su buena mano y oficio como realizador desde hace bastante tiempo (junto con Jaume Balagueró en la saga “REC”) y ahora hace un excelente trabajo con los ambientes y con el trabajo de actores, donde evidentemente la gran estrella del show es Luis Tosar, que hace posiblemente la mejor interpretación de su carrera (hasta ahora, porque este actorazo se supera día a día). Además tiene una de esas raras cualidades que pocos intérpretes en la historia del cine tienen: tener una doble cara y pasar de una a otra en segundos. Es capaz de resultar encantador, cercano, cómplice y buena gente (y con esa barba beatífica que tiene en esta película, mucho más) y al segundo siguiente convertirse en el más peligroso hijo de la gran puta. El gran Gene Hackman era otro de esos actores que podía hacerlo con una naturalidad pasmosa, pero Tosar lo hace igual o incluso mejor (y podríamos hablar de los inicios de este registro en este actor en “Sin noticia de Dios”, donde interpreta a un policía muy enrollado, pero que en realidad oculta a un cabronazo capaz de todo…). La tónica general en el resto de los actores es buena, aunque hay algunos papeles que pueden resultar casi caricaturas, e incluso alguna interpretación pasada de vueltas, innecesariamente.
Pero el saldo general de la película es muy positivo: la parábola que hace con el título, y que penetra casi en cada personaje de la historia está muy bien articulada, y se nota la mano de un peso pesado del guión en el cine español como Guerricaechevarría (habitual colaborador de Alex de la Iglesia). “Quién a hierro mata” no sólo es una mirada terrible al abismo que puede provocar la vejez, la incapacidad y el deterioro de una persona, sino que también es un viaje a los infiernos personales más peligrosos, reforzando las leyes más elementales de la física que dicen que toda acción provoca una reacción. Y normalmente, en sentido contrario.
TRAILER
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