Cuando Jerry Siegel y Joe Shuster y publicaron la primera historia de Supermán en 1937 no sabían la repercusión mediática que tendría el personaje de Krypton. Tuvo lugar en la revista Action Comics, y rápidamente consiguieron vender los derechos del personaje a Detective Comics -o sea, D.C., que también publicó al poco tiempo otro personaje de Bob Kane llamado ¡Batman!- por 130 dólares. Claro, tras ver el exitazo que se consiguió con el el hombre de acero, los autores renegociaron una compensación de 94.000 dólares (que era una pasta gansa en los años cuarenta). Además con el paso del tiempo, D.C. acordó con darles una retribución de 30.000 dólares al año.
Pero el culebrón, siguió, ya que los herederos de Siegel comenzaron una batalla legal en 1997 para conseguir los derechos, y finalmente lo ha logrado, ya que deben recibir una indemnización de todo lo publicado por el personaje de Supermán desde 1999, además de los derechos de la última versión cinematográfica protagonizada por Brandon Routh.
Todo este ligitio puede complicar bastante las próximas producciones que Warner tiene previstas no solo para Supermán, sino también para la Liga de la Justicia.
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