La Sexta quiere impedir la democratización de la televisión

Así como suena. Ahora el gobierno va a conceder mil y una licencias de TDT locales y autonómicas, televisión a manta. Eso hará que muchas productoras de televisión que hasta ahora no se comían una rosca, tengan su pequeñito nicho de mercado. O sea, que si uno tiene un poquito de iniciativa, inversión y algo de inteligencia, puede montar su pequeña emisora, venderle publicidad y patrocinios a las tiendas de su barrio, y tirar para adelante. Pero no, muchas cadenas de televisión han puesto el grito en el cielo ¡¡donde va a parar, que nos quitan el chollo!! Como si esas pequeñas cadenas locales y autonómicas fueran rivales para las cadenas generalistas en cuanto a conseguir sponsors y anunciantes. Bueno, pues al parecer La Sexta ha esgrimido un estudio que habla de una "burbuja" en el mercado publicitario, argumentando que no hay suficiente mercado para conseguir tantos anunciantes. Qué graciosos. O sea, que la tecnología avanza para poder democratizar el audiovisual, y ahora resulta que no, que La Sexta ha pedido al gobierno que únicamente puedan emitir aquellos que lo hagan en HD (con lo que quiere decir que la norma PAL 720x576 de toda la vida, a hacer puñetas; ahora hay que tener una televisión de 1920x1280 para ver en alta definición y si no... es que no estás al dia). A ver, resulta que para poder "competir" -si es que le podemos llamar así- en "igualdad de condiciones" (en serio, me suena a cachondeo) con las cadenas de TDT generalistas, hace falta emitir en HD -lo que significa cámaras en HD, edición en HD, emisión en HD...-. Vamos que de democratizar y popularizar el audiovisual, nanay del paraguay, que tenemos que seguir llevándonoslo calentito. Hala, que viva mediapro y globomedia. Qué listo el Emilio Aragón Jr. y sus adláteres. También es cierto que seríamos el primer país de Europa con tantas cadenas de televisión en emisión abierta y sin suscripción... ¿y eso es malo? Que aprendan los otros países de Europa a conseguir que el audiovisual deje de ser patrimonio de unos cuantos "listos" -que siempre impiden que los demás accedan a su trocito del pastel, únicamente disponible para esos "listos"-.