> Canal de Cine Federico Casado Reina: Como el "Second Life", pero a lo bestia

Como el "Second Life", pero a lo bestia

Los sustitutos

El universo cyberpunk vuelve a las pantallas de la mano de este producto, a camino entre “Yo, robot”, “Blade Runner” y todas las distopías de Gibson y Orwell: en el año 2050 resulta que la humanidad se ha convertido en lo que planteaba la Pixar en “Wall-E”, un grupo de gordos y desaliñados conectados a unos ordenadores que están conectados sensorialmente a réplicas robóticas de sus dueños, mejoradas, optimizadas, embutidas en trajes de diseño y peinados caros. En esta ¿perfecta? Sociedad no hay crímenes, ni problema alguno, pero las cosas parecen cambiar cuando se produce el asesinato de un humano a través de su robot, con un arma hasta ahora desconocida, y un detective tiene que dejar incluso de lado a su homólogo cibernético para realizar la operación. Sobre el papel, parece que Jonathan Mostow ha ido un paso más allá después de haber dirigido la parcialmente fallida “Terminator 3: Rise of the Machines”, mejorando notablemente su relación con los androides mecánicos. Ahora éstos no sueñan con ovejas eléctricas, como dijera Philip K. Dick, sino que más bien, sueñan con ser de verdad, o ¿acaso es eso lo que sueñan sus “operadores” (que es como llaman a los seres humanos reales que están detrás de las máquinas)? Un panorama francamente desolador, mucho peor que cualquier futuro apocalíptico, sencillamente por que cada vez se acerca a mayor velocidad. Es como el “Second Life”, pero a lo bestia…¿Qué tiene problemas de calvicie? No hay problema, en su réplica le ponemos un flequillo de lo más mono (como le sucede al robot del protagonista, el calvísimo Bruce Willis). ¿Michelines, estrías, pecho caído? Tampoco pasa nada, porque su robot ahora tendrá las cachas más duras que Naomi Campbell y unas tetas que harían palidecer de envidia a la mismísima Pamela Anderson. Pero a todo esto ¿esto es de verdad? Volvemos a lo mismo de Matrix, solo que con la vuelta de tuerca que no es una red informática, sino que es la realidad vivida a través de una máquina. Un retruécano argumental parecido al que ya hemos visto recientemente en “Gamer”, y que ahora vuelve a repetirse con la moda de las redes sociales. El desconocimiento del uso y abuso de las mismas propaga películas como éstas, que atufan a moralina, advirtiendo los grandes peligros de esa vida “virtual” que puede suprimir la real. Mostow, a pesar de sus evidentes limitaciones, consigue hacer un producto entretenido, que funciona, aunque argumentalmente tiene algunos flecos bastante poco creíbles (¿por qué el protagonista se rebela contra el sistema precisamente ahora, si ha vivido de una manera felicísima durante toda su vida? No hay un detonante claro ni justificado de su actitud beligerante, como lo estuvo en la de Neo en “Matrix). Las secuencias de acción están muy bien contadas, y el conjunto general tiene ritmo y funciona a nivel de entretenimiento. Pero es excesivamente sintético –como los robots protagonistas- y todo huele a plexiglás del barato. De ese que se estropea al primer manoseo, y ya no es terso, brillante y precioso, sino que se pone opaco, áspero y poco agradable. Debajo de esa pulida capa de película interesante queda demasiado a flote el alma de un pobre videojuego de Playstation mal adaptado, cuando la excelente novela gráfica de Venditti podría haber dado muchísimo más jugo.

TRAILER

2 comentarios:

María José dijo...

No tenía pensado ir a verla, y ahora que leo tu crítica, pues definitivamente no voy.

Vzqz dijo...

Pues creo que yo si iré a verla. El trailer no descubre nada revolucionario, pero sí como para unas palomitas y un rato entretenido. Muchas veces se agradece sólo éso.