Censura Cerebral

Saw VI

• DIRECTOR: Kevin Greutert
• GUIÓN: Marcus Dunstan, Patrick Melton
• MÚSICA: Charlie Clouser
• FOTOGRAFÍA: David A. Armstrong
• REPARTO: Tobin Bell, Costas Mandylor, Betsy Russell, Mark Rolston, Peter Outerbridge, Shawnee Smith, Samantha Lemole, Caroline Cave, George Newbern

Auspiciada por la polémica que desató en 2009, al establecer el Ministerio de Cultura español la clasificación de “X” y evitar el estreno comercial por parte de la distribuidora en las salas “normales”, ahora llega una versión censurada por parte de la productora, que ha eliminado 3 minutos de las secuencias más truculentas. En cambio, yo estoy de acuerdo en la calificación de “X” de esta película. Pero no por la sangre, las vísceras, el gore, las amputaciones y todo el festival de efectismos facilones, sino por la nula capacidad cerebral del director, de los guionistas, de los actores, del escenógrafo… vamos, hasta del departamento de maquillaje, que le pone unos labios pintados e hinchados al protagonista que ya los quisiera Carmen de Mairena para cualquiera de sus actuaciones. Cualquier película de Rocco Siffredi, cualquier producción polaca porno de bajo presupuesto le da cien vueltas en cuanto a guión… e incluso en interpretación. Señores…. ¡¡QUE PORQUERÍA!! Se me acaban los adjetivos a la hora de calificar este bodrio absolutamente infumable, insoportable, risible, estúpido, carente de imaginación, vamos, que no hay por donde cogerlo. Es cierto que la primera parte de la saga, sin ser ninguna maravilla y utilizando un recurso narrativo que ya usara George Miller hace 20 años en la primera parte de “Mad Max” (esto es, una perversa visión de la justicia, en la que para sobrevivir tienes que cortarte tu mismo un brazo y así escapar del incendio del coche en el que estás esposado…) se podía medianamente soportar. Pero han estirado tanto el jueguecito, que han convertido al psicópata que organiza todo el tinglado en una especie de némesis social, un ángel vengador que aplica a lo bestia su particular sentido de justicia, poniendo en tela de juicio no solo a las víctimas de sus juegos, sino también a todo el sistema que no funciona, que está podrido (es decir, tan podrido como él…). El argumento de esta nueva sexta entrega importa poco, entre otras cosas porque si no has visto toda la saga completa –desde la primera a la quinta- no te enteras absolutamente de nada. De manera que uno se limita a ver las cabronadas que Jigsaw ha preparado para sus nuevas víctimas y cuán imaginativas son las trampas, aparatitos, y encrucijadas ante las que tienen que reaccionar para poder sobrevivir. Es como “Seven”, pero en plan hortera, cutre y sin interés alguno. Para colmo, toda la película parece haber sido rodada por un alumno de primer año de la peor escuela de cine del mundo, con una fotografía e iluminación digna del video de la primera comunión de ese primo del pueblo. Un desastre, de principio a fin, se mire por donde se mire. No quería dejar de mencionar las interpretaciones, que merecen figurar en una galería de los horrores, pero no ya por el miedo que puedan inspirar, sino más bien por la risa que provocan con las muecas, las miradas, los gestos… Dios, no podía creer que una película fuera tan mala. Ojo, y que conste que yo soy un fan arrebatado de la Troma, y de toda la serie Z (bendito Vengador Tóxico…). Pero es que ese cine se ríe de sí mismo con alegría, psicotrónicamente, de cachondeo permanente. Lo que no soporte es que a estas alturas, pretendan que nos tomemos en serio porquerías como esta sexta parte de “Saw”, una de las mayores mierdas que jamás haya visto en una pantalla, y que en efecto, merece una censura cerebral para que los espectadores no pierdan el tiempo. Y lo más alucinante, es que es Disney la que produce y distribuye. Aunque, bueno, viendo la trayectoria, y la moralina que apesta a lo largo de toda la proyección… quizás no tan alucinante.

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