Midnight in Paris
- GUIÓN: Woody Allen
- MÚSICA: Varios
- FOTOGRAFÍA: Darius Khondji, Johannes Debas
- REPARTO: Owen Wilson, Rachel McAdams, Marion Cotillard, Michael Sheen, Kathy Bates, Carla Bruni, Alison Pill, Tom Hiddleston, Léa Seydoux, Adrien Brody, Kurt Fuller, Corey Stoll, Mimi Kennedy, Gad Elmaleh
La fascinación de Woody Allen por París casi se puede equiparar con la que siente por su querida Nueva York: si ya en "Manhattan" la ciudad era casi un personaje más, ahora las calles de la ciudad de la luz son el marco perfecto para la clásica alocada estructura narrativa de este director, que salpimenta con el más divertido surrealismo la vida de un escritor que se ve sobrepasado cuando vive las más bizarras revelaciones de los personajes más emblemáticos de la ciudad del Sena. A caballo entre sus clásicas comedias corales y sus apuestas por lo insólito -e incluso sobrenatural...- como "La Rosa Púrpura del Cairo" o "La maldición del Escorpión de Jade", la cinta es un lúcido resumen del particular universo de este realizador, que vuelve a revisar temas como la muerte, el amor, el sexo, la fidelidad o la amistad, postulando divertidísimos diálogos que cimentan una estructura cómica casi perfecta. Con Mediapro como productora principal, la desigual aventura europea de Allen vuelve a brillar como ya lo hiciera en "Match Point", con una comedia romántica delicada, dulce, casi lírica, pero impregnada de una fina ironía que hace tiempo que no existe en las cintas de Allen. El correlato de Owen Wilson como alter ego del genial clarinetista resulta una de las más idóneas traslaciones en toda la filmografía de Allen, suponiendo una vuelta a la tuerca de su clásico personaje atribulado y sobrepasado por los acontecimientos. Esa supuesta perfecta vida que está disfrutando con una mujer estupenda, unos suegros complacientes y todo regalado, en realidad es una especie de cárcel de oro, que le impide vivir lo que realmente desea, y que encuentra de casualidad, mágicamente, en París. Quizás estemos ante una de esas películas matrices en la filmografía de este director, y a pesar de la genialidad expuesta en "Si la cosa funciona", "Un final Made in Hollywood" o "Todo lo demás", ninguna de ellas llega a la limpieza, perfección y rotundidad de este bien entonado cántico a la felicidad, al amor, a la magia, y sobre todo, a París. Retrocediendo atrás en la historia, hay que recordar que cuando Allen era un adolescente pobre que soñaba con escribir sus propias obras de teatro, viajó a París para vivir esa "bohemia" de la que todos los artistas se preciaban en envidiar, y quedó absolutamente prendado de la magia de Montmartre, de Faubourg Saint Germain o del mítico Montparnasse, eje y centro de este film, y que además brinda al protagonista la oportunidad tanto de conocer la historia misma del arte contemporáneo, como de conocerse a sí mismo, llegando a lo más profundo de su faceta creativa, que ya creía casi extinguida. Ese viaje iniciático, magistralmente trufado de un sentido del humor elevado a la categoría de la perfección, es uno de los mejor llevados en toda la filmografía de Allen, precisamente por la trivialidad que parece tener. Y nada más alejado de la realidad, ya que dispara al eje mismo de flotación de toda la creatividad. En cuanto a la factura, merece la pena señalar el preciosismo de sus imágenes, que casi dibujan un París idealizado como un panorama pictóricamente trazado dentro mismo de los personajes. Tal y como viene realizando, Allen también cuenta con la presencia de los más emblemáticos actores del momento, como Adrien Brody, Marion Cottilard, Rachel McAdams, Michael Sheen o por supuesto la primera dama francesa, Carla Bruni, que está sorprendentemente creíble en su primera (o más bien, segunda, tras su colaboración en el documental sobre la moda "Unzipped" de 1995) colaboración cinematográfica. Una cinta excelente, brillante, genial, en la que el espectador puede viajar con la placidez de un cuento de hadas y puede soñar con la magia que existe en París. Vamos, ni en sueños se podría hacer un anuncio de esta ciudad mejor que este. El Ministerio de Turismo francés debería premiar a Allen con el más alto galardón por esta cinta. Así es como se hace una película de promoción de una ciudad, y no como hizo con la burda y macarra "Vicky Cristina Barcelona"...
TRAILER
3 comentarios:
Allen loves Paris,I love Paris too and I love your return above all ;P
Asun.
Thanks a lot, Asun, but I never gone, hahaaha!. Kisses
Es una película simpática,pero no va más allá. Juega a su favor el factor sorpresa y en contra que es muy lineal. Eso sí muy bien ambientada, un parís muy idílico al estilo amelie y unos protagonistas en estado de gracia
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