> Canal de Cine Federico Casado Reina: Notting Hill, versión Tarantino

Notting Hill, versión Tarantino

London Boulevard
El pulso narrativo de Martin Scorsese fue trufado muy eficazmente con el guión de William Monahan en "Infiltrados", trasladando el clásico de Hong Kong a los ambientes mafiosos neoyorquinos. Fue una de esas películas de vocación modesta, pero que sorprendió a propios y a extraños por su certero retrato de la fidelidad, de la prosperidad y de la hipocresía que está presente en cada actividad diaria, sea uno ladrón, policía... o las dos cosas. Por eso era muy esperado el debut cinematográfico de Monahan detrás de la cámara y mal que me pese decirlo -no hace nada nuevo- hay que reconocerle bastante mérito a la hora de montar este "thriller" londinense, bebiendo de claves como Tarantino, Guy Ritchie, y -créetelo- la mismísima babosada de "Notting Hill". Porque al final, la historia es prácticamente la misma: chico desconocido conoce a gran estrella mediática, ambos se enamoran, enfrentando sus respectivos -e incompatibles- mundos, e historia imposible de encuentros, reencuentros, pasión y entrega. Hasta ahí bien, aunque no nos den nada nuevo. Los elementos de interés en el film, son el brillante reparto, encabezado por Colin Farrell, David Thewlis (especialmente bien encajado en su personaje) y Ray Winstone (al que también vimos en "Infiltrados", por cierto...), una banda sonora de Sergio Pizzorno que recuerda al temprano Mike Figgis de "Lunes Tormentoso" (otro thriller a recuperar, ambientado igualmente en Londres con Melanie Griffith, Sean Bean, Tommy Lee Jones y Sting...) y un montaje realmente ejemplar. Parece que finalmente Farrell ha vuelto a encontrar su camino dando vida a este personaje atormentado pero con un toque de nobleza interna que se mantiene brillante a pesar de toda su vorágine existencial. William Monahan, más empeñado en mostrar la parte más oscura y sucia de la condición humana, muchas veces se olvida del lirismo y la poesía inherente en el enamoramiento, y la escuálida Keira Knightley compone más una lánguida y sufriente ninfa que una estrella del cine que cae fascinada ante los (rudos) encantos de su guardaespaldas-empleado de mantenimiento. El film tiene momentos muy logrados, con contrapuntos cómicos que funcionan, pero la sordidez de todo el producto termina por amortiguar los momentos de tensión, y el visionado se hace bastante incómodo, impidiendo que el espectador se relaje en todo momento. Quizás si se hubieran balanceado mejor las secuencias de impacto y tensión, con otras de la historia de amor de los protagonistas, seguramente estaríamos ante una película mucho más falsa, pero sin duda mucho más fácil de ver. Si alguien quiere ir a ver una continuación de la historia de amor de "Notting Hill", más vale que antes visione una sesión continua de Tarantino, empezando por "Reservoir Dogs", siguiendo por "Pulp Fiction" y terminando por "Kill Bill", ya que solo así encajará los dos elementos de la ecuación de esta película: el "London" de la historia de amor y el "Boulevard" de los bajos fondos de la capital del Reino Unido, que como en todos sitios, está lleno de sangre, sufrimiento, pistolas, droga, ambición, envidia y crimen. Aún así, la cinta funciona a la perfección y supone uno de los pocos títulos interesantes en una cartelera realmente maltrecha donde se está demostrando que el cine se ha visto reducido a unas grandes y vacías superproducciones enfocadas básicamente a adolescentes con bastantes pocas exigencias de todo tipo, que campan en los centros comerciales y que meriendan (o cenan) en el cine, como el que está en el salón de su casa.
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