> Canal de Cine Federico Casado Reina: ¿Gato o Zorro?

¿Gato o Zorro?

El Gato con Botas

Dreamworks tenía claro que un personaje tan carismático como El Gato con Botas necesitaba una película propia. Y también tenía claro que si el actor que lo interpretaba era Antonio Banderas, los derroteros latinos iban a estar presentes desde el minuto uno. Lo que me parece un poco ridículo -cuando no, lamentable- es el desconocimiento superlativo de los norteamericanos de todo lo que sea hispano/español, confirmándose que para ellos "España" es sinónimo de "Méjico". Con todos los respetos para el país azteca, su cultura y la nuestra no tiene absolutamente nada, pero nada que ver. Únicamente el idioma es -aproximadamente- el mismo. Cualquier otra manifestación artística es tan diferente como lo puede ser la de Inglaterra con Australia, o la de Portugal con Brasil, por poner ejemplos análogos donde se comparta un idioma. Así que como Banderas ha sido "El Zorro" en ya dos películas -producidas además por el propio Spielberg, uno de los propietarios de Dreamworks- pues nada, para hacer esta película de animación cogemos al personaje del Zorro, lo convertimos en gato, le ponemos botas, sombrero y espada, y listo. Lo irritante son esos taconeos, esos pasos de "seudo flamenco" que se marca el gato con la gatita que comparte protagonismo -interpretada por Salma Hayek- y la galanura que se le supone a todos los latinos, ya sean españoles, mejicanos, colombianos, venezolanos, cubanos...etc. Una vez dicho esto -que insisto, como español me parece aberrante, planteamiento del que tampoco se libra la competencia de Dreamworks, Pixar, ya que en "Toy Story 3" Buzz Lightyear también ejercía de latino-mexicano-flamenco-español- hay que reconocer no solo la espectacularidad en el diseño de esta aventura, sino en la habilidad para mezclar personajes, leyendas y cuentos infantiles. Juanito y las judías mágicas, el huevo Humpty Dumpty y otros tantos elementos infantiles se tejen en un guión bastante ingenioso, y en el que Banderas tiene oportunidad de demostrar su vis cómica con una interpretación realmente divertida (aunque como andaluz, repito, no veo encajadas las expresiones típicas del sur de España con un personaje que tiene mucho más de mejicano que de malagueño...): un gatito es abandonado en la puerta de un orfanato, y allí crecerá junto a Humpty, un huevo lleno de ingenio e inventiva, cuyo máximo deseo es encontrar las judías mágicas para poder hacerse rico. Ambos firmarán un pacto de por vida, por el que buscarán incansablemente las legumbres que los podrán sacar de pobres... En su trasiego, gato recibirá de su madre adoptiva unas botas, y su habilidad y caballerosidad le harán famoso en todas partes, aún incluso siendo un forajido de la justicia por una confusión...y en el momento más inesperado aparecerá una gata igual de ágil, igual de hábil e igual de seductora que nuestro minino protagonista y empezará entre ambos una especie de reto permanente por ver quién es más competente. El único problema de esta película tan espectacular como bien ejecutada técnicamente -las evoluciones y acrobacias del gato son realmente impresionantes- es que hay algunas incoherencias de guión que pueden resultar desconcertantes (tan desconcertantes como sentar unas bases narrativas de la historia, y de buenas a primeras, saltárselas a la torera para hacer lo que "toca" para que los personajes sigan la historia). Por lo demás, estamos ante la película de estas navidades, y con la que disfrutarán tanto los más pequeños -asegurándose de paso una buena cuota de merchandising, cuando no el inicio de otra saga de películas, como ya se intuye...- como los mayores, con chistes realmente graciosos y momentos antológicos en los que los personajes (sobre todo, el gato protagonistas) da todo lo que tiene de sí, gracias en mayor medida a Antonio Banderas, que además de su voz, ha prestado sus gestos y su galanura.

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