> Canal de Cine Federico Casado Reina: Ni chicha ni limoná

Ni chicha ni limoná

El cuerpo

Y luego nos preguntamos por qué a los espectadores españoles no les gusta el cine español. Pues señores, es muy fácil: porque sencillamente a los espectadores españoles no les gusta nada que los engañen. Esta película es un clarísimo y evidente ejemplo de lo que estoy diciendo: una promoción impresionante, estrellas a manta, un trailer de lo más sugerente... y cuando uno llega a la sala se queda con cara de idiota, pensando que le han tomado el pelo. Que lo han engañado a base de bien, vendiéndole algo que en realidad, tiene poco que ver con lo que le han anunciado. Es como si vd. va a un supermercado gourmet, se encuentra una botella de un vino tinto exquisito, en una botella de diseño, con una etiqueta preciosa... y cuando llega a su casa para degustarlo en una cena especial, resulta que tiene la misma calidad que uno de tetrabrik del todo a 100 de abajo de casa. ¿Volveríamos a comprar ese vino, por bonita que sea la botella? Pues no, oiga. Y aquí en España parece que lo único que han aprendido algunos es a medio vender (y convencer) al espectador, para luego darle un producto mediocre, que no sólo no llenará sus expectativas, sino que además le hará desconfiar de todas las demás películas que vengan.

Me parece encomiable el trabajo que está haciendo Antena 3 Films, apostando por la producción nacional. Pero señores ¡¡cómo se están equivocando!! Porque si la película de la que estamos hablando tiene un pase -sí, al menos uno, hombre, que tiene momentos interesantes...- su anterior producción "Fin", protagonizada por Andrés Velencoso, Daniel Grao y Maribel Verdú merece estar en un verdadero museo de lo peor del cine español. Seguramente en los primeros puestos. Hay que apostar, si, pero apostar bien. Y de momento, no lo están haciendo. Oriol Paulo es un brillante guionista, pero en su debut como realizador ha demostrado que aún le falta mucho para ponerse a dirigir un largometraje. Incluso su originalidad como director ha quedado en entredicho con el libreto de esta desquiciada incursión en el género fantástico-thiller-terrorífico-policíaco, que con elementos de todos ellos, al final no se decanta por ninguno y, nerviosamente, desconcierta a propios y extraños. Ni chicha ni limoná, vamos. Hay incluso secuencias que no pegan ni con cola, y que parece que han sido rodadas exclusivamente para ponerlas en el trailer y que "quede bonito". Qué lástima, por Dios.

Colaborador en guión de películas como "Los Ojos de Julia" -también con Belén Rueda-, Paulo tiene ínfulas de gran director. Con influencias de clásicos como Hitchcock, intenta dibujar un estilo propio, que a nivel visual quizás tenga... pero que a la postre y debido por un lado a una historia deficiente en su desarrollo -aunque brillante en su planteamiento y en su desenlace- y a una pésima, infame, dirección de actores -creo que Coronado jamás estuvo peor en toda su carrera, al igual que Silva, al que no se le entiende en prácticamente toda la película- no consigue rematar una historia que paulatinamente se va deshinchando desde su arranque, y que termina por ser bastante aburrida. Y eso es lo que una película de género de estas características, no puede jamás ser. No se puede uno aburrir con una historia de misterio, hombre, que el suspense siempre tiene que estar ahí, como decía el ya mencionado Hitchcock, como una bomba debajo de la mesa que los actores no saben que está, pero que el espectador sí que lo sabe. Pues aquí nadie sabe nada, y muchas de las cosas que aparecen en la historia están ahí sencillamente, para que el puzzle pueda encajar. Pero ojo, no encajar de una manera armoniosa, ingeniosa y sutil. No, encajar por cojones, a lo burro. Y así, no funciona. Que no, vamos.

A ver: resulta que una multimillonaria madurita y dueña de una multinacional farmacéutica, se ha casado con un profesor de universidad guaperas y bastante más joven que ella. Un buen día, a la mujer le da un infarto y casca, pero resulta que su cuerpo desaparece de la morgue. Así como suena. Total, que la policía descubre que el vigilante nocturno del lugar donde estaba el cadáver sale despavorido del lugar y un coche lo atropella. Un follón de mil demonios, y entonces deciden interrogar al viudo... Bueno, pues con todo este embrollo, la película cambia constantemente de tono y no se llega a ninguna parte. Por un lado pretende intimidar, por otro hacer pensar, por otro asustar, y por otro, y para remate, enternecer. ¿Con qué nos quedamos? Pues con nada, la verdad. Porque ninguna de estas apuestas consigue mantener el interés.

Cuando una película es mala, pues lo es y ya está. San se acabó. Pero cuando podría haber sido mucho más buena de lo que es, y hay fallos tan gordos, tan obvios que no deberían de darse, a mi me irrita mucho. Y me irrita no ya por el fracaso que va a tener esta película en el público, sino porque le resta bastante credibilidad al cine español frente a los espectadores, que ya no se van a creer nada de lo que le vendan. Porque, señores, esta película es básicamente una estafa. Y de las baratas, malas, zafias, hechas con prisas y con poco talento. Una chapuza en toda regla, que se intenta maquillar con una gran producción y una inmejorable campaña publicitaria. Pero lo que más me molesta, con la mano en el corazón, es que la historia haga trampas cada dos por tres, y nos intenten colar lo que les interesa al guionista y director. Una lástima.
 
TRAILER (lo mejor de la película)


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