Iron Man 3
Música : Bryan TylerFotografía : John Toll
Reparto : Robert Downey Jr., Ben Kingsley, Gwyneth Paltrow, Don Cheadle, Guy Pearce, Rebecca Hall, James Badge Dale, Stephanie Szostak, Wang Xueqi
Desde hace tiempo, Hollywood tiene marcado el tempo y la pauta de uno de sus descubrimientos más rentables: las adaptaciones de superhéroes de cómics a la gran pantalla. Tal es el negocio, que la todopoderosa Disney compró hace unos años a Marvel, la creadora de superhéroes como Spiderman, El Capitán América, Hulk, Thor... y por supuesto, Iron Man. Aunque temía como a una vara verde que Disney hiciera más infantiles a los personajes de Marvel (que en general, eran bastante más adultos que los de DC -Supermán, Batman, etc.-) he de reconocer que Disney ha respetado bastante el perfil de las historias del cómic, y se han realizado adaptaciones de lo más interesante -a pesar de que el reboot de "Spiderman" deje bastante que desear..-. En el caso de la franquicia "Iron man", una primera parte realmente buena dio paso a una segunda parte con momentos visualmente impactantes, pero con un resultado general bastante decepcionante. Jon Favreau, director de la primera parte, tuvo como guionista en la segunda a Justin Theroux, un mediocre e injustamente reconocido guionista, que destrozó el nivel. Fue puesto ahí por la Disney, para que le diera un regusto de la casa. Y bajó bastante la calidad de la primera parte. Ahora la estrella del Show, Downey Jr., ha metido a su amiguete Shane Black como director y guionista de esta tercera parte. Ya lo dirigió en "Kiss Kiss Bang Bang" y a pesar de sacarle algunos momentos brillantes, en general se nota demasiado que el que manda aquí no es el director. Es el mismísimo Bobby Downey Jr., despersonalizando hasta tal punto el personaje de Iron Man/Tony Stark, que ya no vemos sino a Downey en cada plano.
Hala, caretas fuera. Ahora Iron Man tiene cara. La tiene casi todo el tiempo, no voy a salir con la cara metido en una lata todo el tiempo, hombre. Y ese no es Iron Man -que por cierto, es como se llama la película-, sino Tony Stark o mejor dicho, Robert Downey Jr. Parece que todo ha sido dispuesto y encajado para que el protagonista se luzca a placer, menoscabando al personaje que ha de interpretar y a toda su historia. Todo puesto al servicio de la gloria de Downey, no de Stark, ni por supuesto de Iron Man, que ya no es nadie. Ahí empieza el decepcionante desarrollo de un guión realmente complejo, que no sabe a qué carta quedarse y que confunde en muchos casos, tanto por sus cambios de tono -comedia, acción, terror...- como por su dramaturgia, a veces intensa y otras tan ligera y estúpida como un chiste de colegio: Tony Stark está medio retirado de su faceta de superhéroe tras la batalla alienígena de New York junto a sus compañeros Los Vengadores. Mientras su amigo el teniente coronel Rhodes utiliza su armadura para convertirse en el arma definitiva del ejército norteamericano y en ese complejo panorama, una serie de atentados terroristas se suceden por todo el mundo, reivindicados por un misterioso personaje llamado "El Mandarín", que amenaza a toda la sociedad norteamericana empezando por el mismísimo presidente de los Estados Unidos...
Hay tantas bazas en la película que parece no tomarse partido por ninguna. Pero el problema es que no se usan, o no se saben usar todos los recursos narrativos del personaje, ni del universo Marvel. No niego la pericia de Shane Black en el cine de acción (guionista de "Arma Letal" o de "El último Boy Scout") ni en el thriller, con una interesantísima y rompedora "Kiss Kiss Bang Bang", pero ¿en el cine de superhéroes? Ni puta idea, oiga. Y eso por no hablar de las evidentes trampas que se hacen tanto en la promoción de la película como en el desarrollo del guión de la misma y que pueden llegar a ofender a los espectadores, al tomarlos literalmente como a imbéciles. Para rematar, estamos hablando de un film que NO es para niños: orgías, atentados terroristas, infidelidades... parecen no ser para nada terreno abonado para los pequeños que deben ser público potencial de todo el merchandising de la cinta -y que Disney ya se ha ocupado de tener bien cerrado, con más de 40 modelos de Iron mal...¡¡colecciónalos todos!!!-.
Probablemente Shane Black no se haya leído un cómic en su vida, o si lo ha hecho, no se ha empapado en absoluto de la filosofía de la Marvel (que estaba presente en la primera parte de Iron man).Aquí se trataba de una película de acción, y de que a Downey se le viera la cara ¿no? Ea, pues venga, a por ello. Y eso desmerece muchísimo, ya que nos queda una película de acción con muchos efectos visuales, pero que no sirven para nada. Un verdadero fiasco para los amantes del cómic y del personaje, que vemos que si en la anterior parte de la franquicia se anteponían los intereses de Disney, ahora van por delante los de la estrella del show, que parece estar un poco agotada de meterse en la piel de Tony Stark -ya que en el metal de Iron Man se mete en esta ocasión realmente poco...-.
Tal y como está planteada, y por las imágenes que hemos visto, esto huele a retirada. A final, parece que Iron Man tiene agotadas las baterías, y que el cargador se ha roto. O sea, que cuando se acabe la carga que le queda -y que es poco- esto se acabó. Una lástima, porque se ha desaprovechado miserablemente todo el potencial del personaje y del actor protagonista, que encajaba como anillo al dedo en la personalidad de Tony Stark y del atormentado Iron Man. Ahora sólo nos queda esperar para ver si el vengador metálico rojo y amarillo vuelve a surcar los cielos para salvar a la humanidad... o simplemente si Tony Stark se lía a guantazos con los malos cuando lo atacan. Yo, sinceramente, prefiero lo primero...
TRAILER
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