La Gran Boda
Música: Nathan BarrFotografía: Jonathan Brown
Reparto: Robert De Niro, Susan Sarandon, Diane Keaton, Katherine Heigl, Amanda Seyfried, Robin Williams, Ben Barnes, Topher Grace, Christine Ebersole, David Rasche, Ana Aydra
Con casi 20 años de retraso respecto a una de las más deliciosas comedias románticas contemporáneas, "Cuatro Bodas y un funeral" de Mike Newell, ahora tenemos la oportunidad de deleitarnos con otra comedia, aunque esta vez de origen puramente norteamericano, tanto por los líos que se producen en las nuevas esferas y relaciones sentimentales del siglo XXI (novias a los sesenta, relaciones entre hermanastros, aventuras con exmaridos, etc.) como por el grueso sentido del humor, a veces sencillamente impropio de este tipo de comedias que, no ya por ñoñas, sino por elegantes, huían de este tipo de chistes fáciles...(¿Dónde estará a estas alturas George Cukor?)
El caso es que el antaño guionista y productor Justin Zackham ha desembarcado como director de largometrajes con un auténtico all-star de Hollywood, desde la bellísima y joven actriz de moda Amanda Seyfried ("Los miserables") hasta las viejas glorias como Robert DeNiro, Diane Keaton o la siempre estimulante Susan Sarandon -con sus espectaculares 67 años, es incuestionablemente una de las mujeres (sin olvidar a Jane Fonda), que mejor ha envejecido de la historia de la humanidad-. El resultado es una comedia coral que tiene un toque irreverente precisamente contra la institución del matrimonio, elemento éste nada novedoso en este tipo de filmes, pero quizás lo inusual es, como dije anteriormente, una apología de lo políticamente incorrecto, a modo de un homenaje apócrifo a la archiconocida serie televisiva "Modern Family", donde todo es precisamente al contrario de lo que "debería ser".
Y en este delirio cómico ¿hay espacio para el romanticismo? Pues sí, poquito, pero lo hay. No ya por parte de la pareja protagonista, que se las ve y se las desea para conjugar a sus respectivas -y bizarras, válgame Dios- familias en una ceremonia imposible -no hay que perder de vista al cura, nada más y nada menos que Robin Williams en su vertiente más cardíaca-, sino por parte de los padres del novio, que son el origen y centro de este caos sentimental y social de proporciones épicas. Quizás hayan puesto demasiada carne en el asador, intentando rebañar en demasía en temas tan dispares como la inmigración o el tercer mundo, pero el resultado, habida cuenta de tener una cierta autocomplacencia con la película, no es del todo nefasto. O lo es sólo a veces, con lo que uno lo pasa razonablemente bien.
Sorpresivamente, Robert De Niro está bastante más contenido (¡¡y creíble!!) que en el registro de las comedias habituales que hace recientemente (desde "Una terapia peligrosa" a "Los padres de ella") y es un verdadero placer ver a Diane Keaton y Susan Sarandon en todo su esplendor y haciendo gala de una deliciosa profesionalidad, que a cada secuencia nos regalan lo mejor de sus registros. La arquitectura de la historia, como todos podemos suponer, es lo suficientemente predecible como para cumplir -a pesar de todo- las expectativas de un público que sabe perfectamente lo que va a ver y que únicamente puede sorprenderse por ese toque irreverente -a veces rayano en la ordinariez- que tiene en algunos momentos la cinta.
De esta forma y alejada del elegante clasicismo recuperado al que nos hemos referido en "Cuatro bodas y un funeral", esta "gran boda" tiene mucha más gracia que otros intentos supuestamente más "auténticos" que se han realizado en el Hollywood convencional como "Mi Gran Boda Griega". Funcionar, funciona. Reírte, te ríes. Y lo mejor es que se te pasa en un suspiro, por lo intrascendente y por la buena construcción del guión.
TRAILER
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