> Canal de Cine Federico Casado Reina: Creed: Un sorprendente (y agradable) giro de la franquicia

Creed: Un sorprendente (y agradable) giro de la franquicia

Creed: Un sorprendente (y agradable) giro de la franquicia


Director
Guión
Ryan Coogler, Aaron Covington
Música
Ludwig Göransson
Fotografía
Maryse Alberti
Reparto
Michael B. JordanSylvester StalloneTessa ThompsonPhylicia RashadWill BlagroveJuan-Pablo VezaAndre WardTony BellewPhilip GreeneManny Ayala,Cory KastleVincent CucuzzaChristopher Weite
Por más que leía críticas positivas de este casi "reboot" de la franquicia de "Rocky", no podía creerme que fuera a aportar algo original e interesante ni a la historia del "potro italiano" interpretado por Stallone -y al que se le ha exprimido casi hasta el agotamiento- ni muchísimo menos al subgénero del boxeo en el cine, con obras magnas como "Ídolo de barro" con Kirk Douglas, "Toro Salvaje" con Robert DeNiro y Pesci, o más recientemente "The Fighter" con Mark Whalberg y Christian Bale. Bueno pues contra todo pronóstico, Ryan Coogler ha sabido no solo respetar todo lo mejor del argumento de "Rocky", sino actualizarlo y hacerlo incluso más efectivo. Como lo oyes, un avance monumental.

Y es sorprendente que este director y guionista con un solo largometraje en su haber -"Fruitvale Station", producido por Forest Whitaker y que habla del caso real de un joven negro detenido de manera demasiado arbitraria y violenta por la policía el fin de año de 2008- tenga esa capacidad narrativa no solo para mantenernos en todo momento en vilo, sino que además haciendo lo mismo -chico desconocido que quiere llegar a lo más alto y que va a ser entrenado por una antigua estrella...- consigue innovar, tanto visualmente como argumentalmente.

Stallone sigue siendo la estrella del show. Y esta vez no solo por los músculos, sino por una excelente, brillante interpretación de ese ídolo eclipsado que se ha convertido en un pobre jubilado viudo que regenta un restaurante y que está alejado ya de la fama del boxeo. El reencuentro con la propia historia de Rocky a través de un hijo ilegítimo de su antaño contrincante y posterior amigo Apollo Creed es como una conmoción para el boxeador italoamericano que intenta salir adelante con su vida, pero que vive anclado -como no...- a sus recuerdos. La evolución de Rocky es magnífica, mucho más poliédrica que lo que habíamos visto hasta ahora, y la interpretación de Stallone se merece todos los reconocimientos: es un trabajo sencillo, pero a la vez brillante, conmovedor a cada plano.

El trabajo con los otros personajes también es excelente, sobre todo con Michael B. Jordan, el atormentado protagonista cuyo apellido le persigue inexorablemente y al que tendrá que volver si quiere ser alguien en el mundo del boxeo. Esa lucha interna es otro de los elementos primordiales del film, que por cierto también estaba presente en toda la franquicia de Rocky. Pero en este caso es aún más sugerente, ya que mientras Rocky, antes de convertirse en campeón era un simple matón italoamericano con pocas luces, Adonis Johnson es un ejecutivo universitario que tiene una brillante carrera en una gran empresa de inversiones. Pero decide olvidarlo todo y dirigirse a una dudosa carrera en el cuadrilátero.

Otro elemento sorprendente es la capacidad del director para coreografíar las peleas en el ring: verdadera poesía visual, con elementos muy novedosos que hasta ahora prácticamente no los habíamos visto, y que ahora toman una gran relevancia en los momentos críticos. A veces en este género de boxeadores, resultan tediosos los combates, pero aquí es todo lo contrario: cada combate es un verdadero prodigio en la dirección, sorprendiendo en cada plano. Y ya que hablamos de sorpresa, igual de sorprendente es la gran banda sonora de Ludwig Göransson, que emplea cuando tiene que emplearlo el leitmotiv de Rocky, pero que mientras define a la perfección al nuevo mito -que parece que sólo acaba de llegar, y al que vamos a tener rato largo...-.

El excelente guión creado por el propio director, Aaron Covington y el propio Stallone es realmente emotivo y funciona de la manera más sutil: entrando a hurtadillas en toda una galería de emociones que sin darnos cuenta, empiezan a salir. Justo como debe ser, planteando reflexiones y llegando grandes cotas (en muchos casos, me recordó incluso a "El luchador" de Darren Aronofsky, con Mickey Rourke). Una gran película que se merece todos los premios que ha tenido hasta ahora (incluso y sobre todo el Globo de Oro para Stallone, que me sorprendió, pero que ahora entiendo a la perfección) y ya veremos los que sigue cosechando. Lo que tengo claro es que ahora la saga no va a seguir con Rocky, sino con Creed. 

TRAILER

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