> Canal de Cine Federico Casado Reina: DeadPool: Si, me he reído, pero...

DeadPool: Si, me he reído, pero...

DeadPool
Director
Guión
Rhett Reese, Paul Wernick (Personajes: Rob Liefeld, Fabian Nicieza)
Música
Junkie XL
Fotografía
Ken Seng
Reparto
Ryan ReynoldsMorena BaccarinGina CaranoT.J. MillerEd SkreinRachel SheenBrianna HildebrandPaul LazenbySean QuanBen WilkinsonNaika ToussaintOlesia ShewchukKyle CassieStyle DayneFabiola ColmeneroStan Lee
Quizás es que me gustan demasiado los cómics, y desde hace demasiado tiempo, pero personajes como éste no me interesan en absoluto: primero porque no tienen definido sobre el papel quiénes son, qué hacen, cómo consiguen sus superpoderes, qué superpoderes tienen y qué hacen con ellos. El resto de personajes de los ecosistemas DC y Marvel, por difícil que parezca, lo tienen perfectamente definidos -incluso en el caso de mi superhéroe favorito, Batman, que precisamente no tiene superpoderes-. Merece la pena señalar el caso de Marvel y más concretamente, de los mutantes: esos seres que empezaron tímidamente a raíz de la creación de la Patrulla X original -así es como se llamaron en España los Xmen cuando llegaron de la mano de la editorial Vértice, allá por los años 60 y 70 del siglo pasado...- y que poco a poco llenaron páginas y páginas de los cómics. Prácticamente cada mes conocíamos a nuevos personajes que tenían nuevos poderes: que si uno volaba, el otro leía la mente, el otro se congelaba, el otro saltaba, otro se convertía en metal, el otro echaba rayos por los ojos... así seguían.

Claro, llega un momento en que los guionistas, por imaginativos que sean, se quedan sin ideas. Y así es como creo que nacieron personajes mutantes como Gámbito o precisamente Deadpool: resulta que este tío es un ex comando de las fuerzas especiales. Vale, así se le supone una gran capacidad de combate estilo Rambo, el manejo de armas y poco más. Pero eso no es un superhéroe, porque para eso ya tenemos a The Punisher (el Castigador, en España), que es precisamente eso. Hay que darle más aliciente, más chicha... así que nos inventamos que a raíz de un experimento, el chaval coge el factor de curación estilo lobezno. Vale, ahora además de saber de armas, lucha de combate y demás, también se cura. ¿Y? ¿Ya nos quedamos con eso? A ver, eso es una chapuza. Lo único original en Deadpool es son los chistes groseros -y tampoco, porque eso ya estaba en Spiderman desde sus inicios...-. Tan groseros como cualquier artículo de un todo a cien. Para que nos hagamos una idea, es como si Kiko Rivera y Santiago Segura se liaran a hacer chistes de taberna y además se le hablara al espectador -cosa que también se hacía en el cómic-. Eso es Deadpool. O sea, un timo.

Y digo timo, porque lo único original que tiene el personaje es hacer cómplice al lector/espectador para ridiculizarlo todo. Por cierto, que aunque tenga cierta originalidad en el cómic -que tampoco, ya que las tiras cómicas de los periódicos también lo hacían en sus orígenes...-, en el cine ya se ha hecho desde la época de Buster Keaton pasando por Oliver Hardy... hasta Eddie Murphy.

Dicho esto, nos encontramos ante una película atípica en su creación, en su desarrollo y en su personaje. Hay que reconocer que está muy bien realizada, que tiene secuencias muy espectaculares y que de vez en cuando, algún chiste tiene gracia -la verdad, más de la que me esperaba, y sí, me he llegado a reír en alguna ocasión-. Pero en su globalidad, me parece un humor demasiado grueso, demasiado fácil, demasiado previsible. Si trasladáramos todo esto a España, es la película de superhéroes que habría dirigido Mariano Ozores con Fernando Esteso de protagonista, con las claves propias de la España de la época, y mirando cada dos por tres al espectador para guiñarle el ojo. Y claro, todos esos guiños funcionan si se hacen una o dos veces, pero si te llevas toda la película hablándole al espectador, deja de tener gracia. O al menos, a mi no me la hace. Argumentalmente, la historia es bastante endeblita, y muy parecida a muchas de las películas de superhéroes: una persona adquiere poderes sobrehumanos de la manera más dolorosa para él y todos sus seres queridos, y tras sobrevivir, querrá volver a su antigua vida y de camino vengarse del malo que es el causante de sus sufrimientos.

O sea, como siempre. Pero en el caso de Deadpool... es todo muy difuso. Siempre he dicho que en las películas del género fantástico hay que dejar muy claro desde el principio cuáles son las reglas, donde estamos y hacia dónde vamos. Pero aquí nadie nos dice por qué Deadpool dispara tan bien (¿es que ya disparaba bien de antes, o ha adquirido alguna destreza adicional?), ni por qué lleva dos Katanas japonesas (¿por qué no lleva dos hachas, o dos espadas toledanas, o dos nunchaku, o un martillo?), ni por qué tiene esa agilidad y destreza sobrehumana (¿ya las tenía por ser un comando de fuerzas especiales y ser un experto en artes marciales, o su factor de curación adquirido también le da esas cualidades?¿es que era un experto en artes marciales?). Me temo que todo eso se da por sobreentendido y lo que han pretendido simplemente es que haya mucho espectáculo, mucha guasa, muchos chistes sobre pollas -quizás demasiados, y demasiado gratuitos- y un toque sarcástico permanente (por cierto, con secuencias bastante escatológicas y subiditas de tono, me sorprende que puedan vender esta película a público infantil).

Esa verborrea que el personaje tiene y hace gala, a mi es que me saca de la historia, qué quieres que te diga. Aunque suponga un revulsivo para la cansina trayectoria última de Marvel -sobre todo después de su venta a Disney- "Deadpool", por mucha taquilla que haya hecho en USA -que es normal que sea así, ya que juega todo el tiempo con el inconsciente colectivo de ese país y todos sus iconos pops tanto de la música, los videojuegos, la televisión, etc.- es un producto fácil, obvio y cansino. Exactamente igual que el personaje y quizás por eso sea una de las mejores adaptaciones de cómics que jamás haya visto: traspone precisamente todas aquellas cosas que caracterizan a este mutante y sus historias en el papel. Y como no me interesaba nada en el cómic, pues tampoco me interesa nada en el cine. Por mucho que aparezca otro de mis mutantes favoritos, Coloso. 

TRAILER

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