Avatar 2 (El sentido del agua)
Entrando
ya mosqueado a la sala, habiendo tenido que tragar si o si por comprar las
gafitas (que luego sirven de adorno o pisapapeles en tu casa, ya que no valen
literalmente para nada…), me encuentro con una una repetición casi literal de
la primera parte, con la única diferencia de que ahora en vez de volar, se
trata de nadar y bucear. Y Cameron se ha enamorado demasiado de todos los
colorines y salvapantallas que surgen de ese universo acuático de Pandora. Me
corrijo a mi mismo: el guión es mucho más simplón y sirve únicamente como
pretexto para mostrar cosas (el malo -que sigue vivo!!!!- el bueno, etc.) y los
valores familiares/ecológicos llegan a chirriar bastante. Eso por no mencionar
que dura casi tres horas que se hacen eternas. Por resumir, Cameron ha
intentado plasmar TODA su filmografía en una única película, que tiene cosas de
Abyss, de Aliens (el regreso), de Titanic... y por supuesto de la primera
Avatar.
Ahora Jake se ha integrado (es decir, su Avatar) en el Planeta Pandora y los Na’vi, y junto a Neitiri ha formado una bonita familia, enfrentándose además a los humanos para que dejen de colonizar y esquilmar el precioso planeta Pandora. Pero resulta que el famoso y malvado coronel de la primera parte, que murió en el duelo final con la parejita mixta, ahora se ha clonado en un cuerpo Na’vi, y vuelve para ajustar cuentas, porque resulta que los humanos ya no les interesa el famoso mineral de la primera parte, sino un fluido que está en unos seres acuáticos y que cura todas las enfermedades y es el mejor antienvejecimiento que existe… y claro, Jake, su mujer y sus hijos se van a refugiar en otras tribus de Pandora, que no se dedican a volar sino a bucear, teniendo su mundo bajo el agua.
Y poco más hay que contar, porque todas las imágenes están pensadas para deslumbrarnos con ese universo submarino, que si, está muy bien… pero a los 20 minutos estamos ya un poquito hasta las narices de las lucecitas –muy propio haberla estrenado en Navidades, porque todo parece que le han puesto las clásicas bombillitas multicolores por todos los sitios. Vuelven las batallas entre humanos y Na’vi (que ahora son acuáticos, y los humanos estarán bien pertrechados tecnológicamente para adaptarse al medio marino…) y como pasa en la primera parte, hay un duelo final entre el coronel y Jake. Y esto no es un spoiler, sino que se ve prácticamente desde los primeros planos de la película.
Como he dicho antes, Cameron se ha enamorado demasiado de esa preciosa colección de salvapantallas hechos con la IA, y con la adaptación y captura de movimiento de los actores. Eso sí, el Avatar de Kate Winslet se parece bastante poco, lo que demuestra la inteligencia de la propia Winslet para que no se la vincule mucho con esta orgía de muñequitos azules volando, buceando, nadando y haciendo el tonto. Incluso el protagonista, Sam Worthington, ha dicho que no le queda más remedio que seguir haciendo películas de Avatar, porque Cameron parece querer jubilarse al publicarse que aún le quedan la 3 (que se estrenará en 2024), la 4 (2026) y la 5 (2028). O sea, que al modo de Peter Jackson con El Señor de los Anillos, se está buscando una buena jubilación con las aventuras de Pandora. Lo que realmente me cuesta imaginar es qué va a contar. Se vuelve a cumplir mi teoría que a cuantos más guionistas, peor guión: mientras que la primera contaba con el único de James Cameron, ahora en la segunda parte están James Cameron, Rick Jaffa, Amanda Silver, sobre una historia de James Cameron, Rick Jaffa, Amanda Silver, Josh Friedman, Shane Salerno. O sea, unos por otros, y la casa sin barrer, creando un batiburrillo aburridísimo de más de 3 horas de duración que resulta ser un verdadero empacho.
TRAILER
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