Es LAMENTABLE. En vez de dejar que los nuevos cineastas pujen por surgir, siguen haciendo de las suyas. Un cine caduco y sin fuerza, un mensaje que solo les interesa a ellos, en fin, que están consiguiendo que el público deje de ir al cine para ver sus películas. Es cierto, la gente ha dejado de ver no solo el cine español, sino todo el cine a las salas, prefiriendo la comodidad de su plasma de 42' y el sonido envolvente Dolby 5.1 de su home cinema, pero si ya van poco al cine, al español, menos. No es tiempo de dar la espalda al espectador -habitualmente maltratado y sinceramente deseoso de ver buen cine hecho en nuestro país, ahí tienen el ejemplo de películas que se alejan del clásico cliché y que recaudan el mogollón sin necesidad de pelearse con cintas americanas (entre otras cosas, porque es imposible luchar contra la brutal exhibición y distribución que tienen).
Pero ¿Alguien ha visto "Caótica Ana"? Entendemos todos el dolor de Julio Médem tras la muerte de su hermana Ana pero ¿Eso da para una película? ¿Le interesa esa película a alguien más que a su propia familia, él incluido? Esa es precisamente la pose de muchos directores -y por desgracia, también productores- en este país: hacer lo que les dé la gana. Y me parecería bien si fuera con SU DINERO. El problema es que el dinero con el que juegan es el de los CONTRIBUYENTES , los mismos que pasan totalmente de esas películas, esas historias, y aún más, de la mediocridad de directores como Gerardo Herrero, que se gasta un pastón en sus películas, las mismas que no superan los niveles mínimos de calidad, que a nadie gustan, y que encima le siguen subvencionando año tras año para no darle ni un duro a muchos jóvenes con más talento y ganas que Herrero, que tendrá ya más de cinco o seis chalets. Un despropósito.
¿Y qué decir del antaño interesante Emilio Martínez-Lázaro, que parece haber perdido definitivamente el norte tras hacer la segunda parte de "El otro lado de la cama", fracasar donde triunfó la primera parte de este musical, y enzarzarse en una de las películas más ABURRIDAS, PEDANTES y TÓPICAS que se pueden hacer sobre la Guerra Civil Española? Para colmo, la Academia de Cine Español (si, esa que a ningún espectador de España le interesa lo más mínimo, y que no llega a los "shares" de televisión para cautivar a la audiencia, por más guionistas que pongan para "amenizar la gala" -claro que con el impresentable de Corbacho presentando, no me extraña...-) la "premia" con un mogollón de nominaciones a los Goya (que menos mal que no ha ganado...). De todas formas, un desastre. Si siguen así, o cambian -ahí tienen los nuevos valores, que apuestan por un cine de calidad y género como "El Orfanato"- o se van a quedar más solos que la una. Y el Ministerio de Cultura, a seguir untando. Por cierto que no se crean lo que ha pasado con "El Orfanato", porque muchas cintas de género fantástico, bien realizadas, pensadas y escritas NI SIQUIERA CONSIGUEN DISTRIBUCIÓN NACIONAL, cuando ya tienen la internacional (como le ha pasado a Nacho Vigalondo con "Los Cronocrímenes"). Eso por no hablar que el guión de "El Orfanato" se llevó más DE DIEZ AÑOS en los cajones de las productoras porque ningún productor se atrevía a apostar por otra cosa que no fueran dramas sociales, revisiones históricas y -por qué no decirlo, ya está bien!- paranoias más o menos "artísticas" de unos cuantos directores. Es cierto que durante los años sesenta y setenta se hizo un cine en este país de dudosa calidad, pero pasamos de hacer cine "comercial" de bajo interés cultural (depende como se mire, que hay gente para la que Manolo Escobar, Quique Camoiras, el inefable Fernando Esteso y Paco Martínez Soria son más importantes que George Clooney, Denzel Washington y Stanley Kubrick, todos juntos...) a hacer películas a veces tan inteligibles que el público desistió definitivamente por entenderlas (y mucho menos, ir a verlas a las salas).
Mientras que le den a gente como Agustín Díaz Yanes un pastón indecente para hacer infamias como la adaptación cinematográfica de "Alatriste", así nos irá en nuestro país. Por cierto ¿en qué se gastaron la pasta en esta película? Ah, perdón, que me olvidaba de las hipotecas, los coches...lo que decía el gran Forges: Un país de Romerales.
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