> Canal de Cine Federico Casado Reina: A pesar de todo, funciona

A pesar de todo, funciona

Invictus

Eastwood siempre consigue sorprenderme. Por más que lo intento, al final siempre hay algo con lo que no contaba, y su forma de narrar termina enganchándome. Confieso que esta cinta no me interesaba en absoluto por varias razones: 1º) No me gusta especialmente el rugby; 2º) Ya conocía de sobra la vida de Nelson Mandela, y todo lo que sufrió en la cárcel, y cómo luchó por su país contra viento y marea, consiguiendo erradicar el Apartheid en Suráfrica. Ergo… ¿qué tenía que contarme más esta película? Pues en efecto, nada más, porque la cinta no es más que eso. Claro que el cine es el cine, y como se ha dicho muchas veces, lo importante ya no es lo que te cuentan, sino cómo te lo cuentan. Y señores, cómo te lo cuenta Eastwood. De acuerdo, utiliza los recursos que ya todos conocemos (banda sonora que te exalta, cámara lenta, planos cortos, buena dirección de actores, momentos de tensión…), pero por Dios, qué bien lo hace. Es como cuando vemos al mago sacando el conejo de la chistera; seguramente habremos visto el truco en youtube, o en algún programa de la televisión, pero da igual. Lo importante es ir al circo, sentarse rodeado de otras personas, comprar las palomitas, sentir la emoción cuando se apagan las luces, escuchar la voz del presentador, dejarse engatusar por la música hipnótica del espectáculo, y quedarse hipnotizado con el foco de luz que enmarca los estudiados movimientos del prestidigitador. Eso mismo hace Clint Eastwood en este film hecho a la medida de Morgan Freeman, que ve concedido uno de los mayores deseos de su vida, al encarnarse en el líder Mandela. Y lo cierto es que, más allá de su parecido físico, su interpretación sí que merece la nominación al oscar. Como también la merece la de Matt Damon, que interpreta al capitán del equipo de rugby surafricano que ganó la copa del mundo en 1995. Me hubiera gustado mucho más que el alegato contra el racismo y la igualdad se hubiera hecho sin utilizar el pretexto de una biografía de sobra conocida por todo el mundo con un mínimo interés en la historia contemporánea –resulta preocupante que se haga este film desde Hollywood, con la cuestionable memoria histórica internacional de los norteamericanos…- pero aún así, tengo que reconocer que “Invictus” emociona, tiene alma, y como le sucede a este director, termina por tener una visión propia de los acontecimientos. De la misma manera que a través de un pobre diablo como William Munny, Eastwood nos contaba la vida del lejano oeste en “Sin Perdón”, o con los ojos de Maggie el afán de superación en el deporte y la vida misma en “Million Dólar Baby”, sin olvidar el escepticismo social y personal de Walt Kowalski superado por las circunstancias más inesperadas en “Gran Torino”, ahora podría haber utilizado a un personaje más anónimo, menos relevante, para trazar esa parábola sobre la igualdad. Insisto, la fórmula funciona –al menos a mi…- pero ya de partida estoy en contra de las películas biográficas, ya que muy pocas veces termina por interesar la narración de algo que ya conocemos. Pocas cintas consiguen sobrepasar el hecho histórico que cuentan –se me viene a la memoria la inteligentemente planteada “Titanic”- pero a todas ellas podríamos sumar esta “Invictus”, aunque si las banderitas y las fanfarrias hubieran sonado un poquito más flojo, seguramente el mensaje habría sido igualmente recibido con más elegancia y finura. Un trazo demasiado gordo para este maestro del cine, que aún así, logra emocionar.

TRAILER

3 comentarios:

Willifog dijo...

Federico, eres capullo. Eastwood es un genio y tu no tienes ni puta idea de cine.

Anónimo dijo...

No seas grosero, si no te gusta la página no entres y no leas. Pero no insultes.
Y vete a la mierda, ya, chaval.

Carlos dijo...

Todo lo que hace Clint Eastwood es genial, o casi todo.
Y eso que ya está mayorcito, nos sigue sorprendiendo con películas como ésta que, aunque a mí tampoco me gusta el rugby (soy más de fútbol), la épica y el dramatismo con que la cuenta, nos engancha hasta el final.
Soberbio filme.
Saludos.