- DIRECTOR: David Yates
- GUIÓN: Steve Kloves (Novela: J.K. Rowling)
- MÚSICA: Alexandre Desplat
- FOTOGRAFÍA: Eduardo Serra
- REPARTO: Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint, Alan Rickman, Helena Bonham Carter, John Hurt, Timothy Spall, Richard Griffiths, Rhys Ifans, David Thewlis, Jason Isaacs, Ralph Fiennes
Tengo que reconocer que no soy un admirador de la saga de novelas de J. K. Rowling, y mucho menos de las películas, que en buena parte de la saga, han cometido el fatal error que tuvo la saga de “El señor de los anillos”, esto es, intentar ser tan, tan fieles al texto… que como películas resultan insoportablemente aburridas. La desbordante imaginación de la escritora recreó un universo de magia, de detalles increíbles, de personas y personajes insólitos. Todo ello es realmente reconfortante al leerlo (que aunque no sea un admirador de los libros, alguno sí que he leído) pero todo eso al trasladarlo al cine hay que “adaptarlo”, y la riqueza literaria se convierte en cine en un solo plano, y punto. Claro, entiendo que para contentar a todos los millones de lectores de Harry Potter, no se puede “reinterpretar” la historia a su antojo. A ver quién es el guapo que carga con los millones de críticas y cabreos… ni siquiera directores como Spielberg (que descartó -con buen ojo- participar en la saga) serían capaces de salirse del tiesto. Y esta primera parte del final de Harry Potter sigue en la tónica que Yates ya demostró con las entregas del niño mago para “El Misterio del Príncipe” y “La Orden del Fénix”: o sea, todo literal a la novela, pase lo que pase. Hay otro elemento más que la une a la saga de Tolkien, y es el desmedido afán de rentabilizar las películas. Como se les acaba el chollo, pues hale, vamos a hacer dos partes para sacar más pasta, así pagarán dos veces la entrada. No me extrañaría nada que una vez finalizada la saga cinematográfica, sacaran ediciones en DVD, en HD, en 3D, en Blu-Ray, y en todos los formatos domésticos posibles, con regalos exclusivos, contenidos inéditos, montajes alternativos y así un sinfín de recursos comerciales (le podían preguntar a George Lucas, que de esto sabe un rato…) para seguir exprimiendo el limón, que al parecer empieza a secarse. El film viene a ser una repetición de la estructura de todas las aventuras anteriores: empieza un nuevo curso, los amigos vuelven a verse y empieza el follón. Eso sí, aviso para navegantes: a no ser que no hayas seguido toda la saga enterita, no te enteras ni de la mitad. Vamos, que ya no se han cortado un pelo para intentar hacer “comprensible” la película para aquellos que no sean expertos en el universo Potter, nada, hombre, si esto es para los frikis que siguen al niño de las gafitas y la varita, así que vamos a dejar de comernos el coco y a poner lo que dice en la novela, y listo… La única diferencia, es que el famoso duelo entre Lord Voldemort y Harry Potter es ya inminente, y los tres protagonistas tienen ya muchos pelos en las piernas, vamos, que casi han llegado a la mayoría de edad. Bueno, pues aún así, el argumento que podría haberse trufado con los clásicos conflictos adolescentes, solo dibuja muy levemente algún que otro disperso detalle, dando todo el peso específico a la aventurita de turno, salpicada por efectos visuales impresionantes, algunas secuencias de acción y algo del desarrollo en el arco argumental que hará que Harry Potter se llegue a enfrentar finalmente con el asesino de sus padres. Hay que reconocer que el comienzo tiene bastante ritmo, y que al final del film repunta algo más el interés, pero el cuerpo principal de la cinta es, con gran diferencia, el más aburrido de la saga. Cuando uno se acostumbra a los rayos, a que la gente salga volando montados en sus escobas, a los malos con sus caras de malos, y a cuatro cosas más… es inevitable aburrirse. Es más, es realmente insoportable, un remedio prácticamente infalible contra el insomnio, porque es casi seguro que caes en un sopor incontrolable a partir de los primeros diez minutos (así que como la película dura más de dos horas, una pedazo de siesta a la salud de Potter). Cuando veo esta película, y el ansia comercial de la misma, tengo verdadera lástima del cine, sobre todo porque se podía haber aprovechado esta saga para crear un fascinante universo cinematográfico, que además de embelesar a niños y adultos, muestre muchos valores personales de los personajes protagonistas. Lamentablemente, estas películas ya solamente son enormes anuncios para vender merchandising –solo hay que asomarse por cualquier sección de juguetería o videojuegos unos meses antes del estreno de la película- y atracciones temáticas en los parques Warner.
TRAILER
2 comentarios:
No tienes ni idea de cine. Esta es la mejor de Harry Potter con diferencia.
Yo he empezado a ver El misterio del Príncipe por seis veces y por seis veces la he dejado. No sabría si seguir...
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