Según el diccionario, el adjetivo "extraordinario" define algo "fuera del orden o regla general común; mejor o mayor que lo ordinario". Es por ello que define a la perfección el primer largometraje de esta encantadora, singular y creativa pareja formada por Laura Alvea y José F. Ortuño. Ambos artistas, inasequibles al desaliento de esta terrible -y maravillosa- profesión, ambos luchadores incansables de sus propios sueños -esto es, contar historias, y hacerlas a través del cine-. Ella, más actriz y organizadora. Él más autor. Ambos derrochan bondad y sobre todo, creatividad, como han demostrado en sus anteriores trabajos, como "Relojes de Arena" o el documental sobre el torero Ignacio Sánchez Mejías.
He sido uno de los privilegiados que ha disfrutado de un pase privado en Sevilla de su primer largometraje de ficción "The Extraordinary Tale"; un alucinante viaje no solo hacia dentro de la mente de una pareja, con todo lo que ello conlleva en una relación, sino hacia muchas estructuras sociales que parecen estar establecidas con una inercia que a veces puede ser no solo ilógica, sino castrante para los propios sujetos que intentan sostenerla. Todo ello encajado en una maravillosa dirección artística, y un ejemplar lenguaje audiovisual que te envuelve de principio a fin. Pudiera parecer que, viendo el trailer, hay un guiño permanente hacia "Amelie", pero Alvea y Ortuño van mucho más allá: mientras que Jeunet dejaba en muchas ocasiones vacía de contenido su preciosista película protagonizada por Tautou, "The Extraordinary Tale" tiene muchos recursos subliminales e incluso hipnóticos, que tienen bastantes referencias al mismísimo Kubrick -la chica cayendo sobre el plato de pasta con tomate, como Alex en "La naranja Mecánica", el número romano imposible de la habitación, como un guiño a la inexistente habitación 237 de "El Resplandor"...- y que hacen avanzar la historia.
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| Ken Appledorn, protagonista de la película, Laura Alvea, codirectora, un servidor de Vds.(en el centro, ojo, me dijeron que me pusiera...) José Francisco Ortuño, guionista y codirector, y Aïda Ballman, también protagonista del film. ¿Qué haré yo entre gente tan guapa? |
¿Que de qué va esto? Bueno, pues contarlo es muy fácil... y a la vez imposible. Pero siendo honestos, habla sencillamente del amor. Nada más y nada menos. De una pareja que se conoce, que avanza en su relación, y que intenta simplemente ser feliz. El modo en que nos lo cuentan es lo realmente alucinante, utilizando elementos del teatro, del cine mudo, del mimo... un auténtico tour de force en el que el espectador no dejará ni un segundo de sentir sensaciones ante el torrente de creatividad que desprende la película. Ojo, aviso a navegantes: ésta no es una películita fácil para verla, y olvidarse. Au contraire, estamos hablando de una obra profunda; aparentemente banal, pero que dispara directamente a la línea de flotación de muchas creencias que se dan por sentadas de manera automática en la educación del ciudadano medio.
Protagonizada por Aïda Ballman y Ken Appledorn, la singular pareja encaja a la perfección en estos dos personajes que parece sacados de un preciosista retrato de dibujos animados, tanto por sus respectivas personalidades, como por sus expresiones, gestos, palabras y estilos. Las dos caras de la misma moneda, la complementariedad perfecta de lo que puede ser una pareja, y cómo pueden encajar en una misma casa, una misma mesa... y una misma vida.
Además de haber hecho una obra realmente interesante, lo más importante es el valor a la hora de acometer un proyecto con realmente poco presupuesto, recursos muy limitados, pero con la capacidad y convencimiento de los artistas que creen realmente en lo que hacen. Y apuestan todo a su color, a lo que creen que deben contar, sea como sea. He tenido el privilegio de compartir esta noche del 13 de Junio de 2013, en el que se realizó un pase privado de la película antes de ir a la búsqueda de distribución nacional (e internacional, ya que el film tiene una vocación con miras mucho mayores que el mercado español, habiendo sido rodado completamente en inglés) en Madrid de Cine la próxima semana. Solo tengo que agradecer a estos talentosos jóvenes sevillanos su invitación y les invito a que sigan creando. Tienen mucho que contar, estoy completamente seguro. Y lo mejor, es que lo saben contar estupendamente. Bravo!!!
8 comentarios:
Tuve oportunidad de verla hace unos días en el London Spanish Festival (interesante festival que recomiendo constantemente a mis compatriotas desde hace tiempo). Ante todo mi respeto hacia las personas que se embarcan en la difícil tarea de hacer una película. Sé que el esfuerzo es grande y merecen toda la ayuda posible. Pero pasando a la película, The Extraordinary Tale, he de decir que me pareció el título más flojo entre los presentados , y este ha sido un año especialmente flojo en general. La ejecución técnica es buena, digna de personas que han gozado de cierta formación y saben hacer su trabajo, pero en todo lo demás fracasa. La idea central, si bien es interesante, se desangra irremisiblemente en una sucesión de secuencias que parecen estar solo para dotar de cierta duración al film, y todo por culpa de un guión muy apresurado (casi de cortometraje), que necesitaba de varias revisiones antes de salir al escenario. Otros detalles artísticos que cojean son la fotografía, excesivamente ligada a los trabajos de Bruno Delbonnel y Darius Khondji, y la música, también demasiado cercana, sino idéntica, a la que hiciera Yann Tiersen para el film Amelie. Y quizá sea este el mayor problema que sufre este film. The extraordinary Tale carece de alma, de identidad propia. Su parecido con la obra de Jean-Pierre Jeunet es enorme, pero solo en intención. Ni la iguala ni mucho menos la mejora, quedando finalmente como un triste remedo. El montaje y el sonido destacan sobre lo demás, impecables, y, en realidad, junto con la actuación de los actores (Ken Appledorn lo hace especialmente bien), es lo único que salva al film de la mediocridad más absoluta. (4/10)
Hombre Jose, ¿qué tal? Qué, aburrido y troleando ¿no? Jejeje, pues nada, a pasarlo bien. Yo debo decir que la peli me gustó muchisimo, mucho más que la media de cine español que veo últimamente, así que coincido al 100% con Federico casado.
Primero, no me llamo Jose. Segundo, es mi opinión. Tercero, aprende a respetar la opinión de los demás. Quinto, como dices tú, a pasarlo bien.
Es evidente que BrianGesto es un trol con ganas de difamar. En fin, para gustos...
Yo la acabo de ver en Denver y el publico se ha levantado a aplaudir. Para mí, la mejor película del año. Y muchos aquí coinciden conmigo.
Por lo visto, aquí si no doras la píldora a la película, eres un trol. Pues yo estoy totalmente de acuerdo con lo que dice BrianGesto. Esto es fruto de unos que han visto Delicatessen, Le fabuleux destin d’Amélie Poulain, Jeux d’enfants… y quieren hacer algo parecido con un par de feos y malos actores aficionados, una dolly con ruedas cuadradas, un maquinista con parkinson, una retahíla de diálogos estúpidos…
No hay por donde cogerla. No me extraña que la hayan tenido que estrenar ellos mismos al ver el poco caso que le hacían las distribuidoras españolas. Nadie en su sano juicio gastaría un sólo euro en distribuir este ejercicio de amateurismo pretencioso.
Si en vez de a Málaga hubiera ido al Festival de Gijón, no habrían ni olido el premio del público. Qué fácil es llamar a todos los amiguetes para que llenen la sala…
Muy constructiva tu crítica, Nuria. Yo no la he visto aún pero por las críticas que he leído, incluyendo Fotogramas, La Vanguardia o ésta de Federico casado, es evidente que la película debe ser por lo menos interesante, la cosa es que críticas tan apasionadas y con tan pocos argumentos como la tuya precisamente hacen sospechar que tengas algo personal en contra de ella o de sus autores y claro, pìerde credibilidad. Un saludo.
Yo no la he visto ni creo que pueda verla viviendo en Zamora, pero por las críticas que he leído pinta que puede estar muy bien, y las críticas negativas estoy de acuerdo en que son demasiado apasionadas y sin fundamentos como para tener credibilidad, parecen fruto de la envidia. Es mi opinión. Ramón.
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