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Perfectos Desconocidos: Por fin Alex de la Iglesia aprende a rematar

Perfectos desconocidos
Dirección
Guion
Jorge Guerricaechevarría (Remake: Paolo Genovese, Filippo Bologna, Paolo Costella, Paola Mammini, Rolando Ravello)
Fotografía
Ángel Amorós
Reparto
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Es uno de los (pocos) cineastas españoles que tiene el verdadero sentido del espectáculo en su cine. Pero también es de los directores que más frustraciones ha provocado con sus películas: una especie de coitus interruptus para el espectador, al que le sumergen en apasionantes premisas argumentales (y estéticas), deslumbrantes despliegues narrativos, personajes fascinantes... para que luego en lo más alto del interés, en el punto álgido de la película, todo se venga abajo. Únicamente en "El Día de la Bestia" y en "La Comunidad" Alex de la Iglesia consigue tener un final razonablemente acorde con el resto de la película, porque en el resto de su filmografía, fracasa estrepitosamente en los finales. Y da igual que haya o no otros guionistas: parece ser un mal endémico de este director. O más bien lo era, porque en esta su última película consigue zafarse con honores del estigma de no saber rematar, porque aquí sí que lo hace. Y bien, por la puerta grande. Con un par.

Resulta además curioso que cuando Alex de la Iglesia se ha basado en un material que no es suyo propio (o de su guionista de cabecera, Jorge Guerricaechevarría) siempre ha fracasado estrepitosamente, y tanto "Perdita Durango" como "Los Crímenes de Oxford" o "La chispa de la vida" figuran entre sus peores películas. En cambio ahora, haciendo además un "remake" de una película italiana de hace un año, "Perfetti sconosciuti", dirigida por Paolo Genovese, consiga no solo superar con creces al original en estilo, narrativa, desarrollo y frescura, sino además hacer lo que todo el mundo estábamos esperando que hiciera: rematar bien una película.

Aunque a este director le gusta -en sus propias palabras- no centrarse de manera clara en un sólo género, ahora sí que lo hace, decantándose por una comedia que funciona con la perfección de una bien engrasada máquina de precisión: "Perfectos desconocidos" articula con gran inteligencia, mordacidad, ironía y agilidad un relato muy ingenioso y hace suyos unos diálogos brillantes a través de unas interpretaciones magníficas, donde cabe destacar al inmenso Eduard Fernández, y por supuesto a Ernesto Alterio con un descacharrante registro que a cada palabra hace que literalmente, nos tronchemos de risa. Por supuesto, que el resto del reparto está realmente bien, encajados en unos personajes ejemplarmente bien trasladados a nuestra particular sociedad española desde la italiana.

En cuanto al argumento, se repite casi paso por paso el de la película original italiana: un grupo de amigos de toda la vida que se reúnen para cenar -y que lógicamente, se conocen estupendamente entre ellos...- deciden realizar un jueguecito que resulta ser tan peligroso como una bomba de relojería: todos pondrán sus móviles en el centro de la mesa y cualquier mensaje o llamada tendrá que ser leído o escuchado por todos. Lo que en un principio pudiera ser inocente y divertido se irá tornando en algo dramáticamente peligroso desde todos los ángulos...

El guión, firmado en esta ocasión en solitario por Guerricaechevarría, logra dotar de más sentido incluso que el original de Paolo Genovese, Filippo Bologna, Paolo Costella, Paola Mammini, Rolando Ravello, y le da a los personajes una mayor consistencia y solidez. Algo parecido sucede con Alex de la Iglesia, que es infinitamente más brillante como realizador que Paolo Genovese y lo que podría ser una aburrida puesta en escena en prácticamente una sola localización -previsiblemente en una aburrida estructura teatral- está contada con un enorme dominio visual, utilizando todos los recursos de la mejor narrativa cinematográfica, como lo hiciera Hitchcock en "La soga" o Polanski en "Un dios salvaje".

Confieso que aunque estaba disfrutando de lo lindo con el apasionante desarrollo de la película -que además de estar contado con una fantástica y divertidísima clave de comedia-, estaba esperando el bache final. Y esperé, y esperé... pero cuando llegó el final, resulta no solo que estaba mejor -mucho mejor- que el de la película original, sino que encima encajaba y cerraba con broche de oro la que posiblemente sea la mejor película de este director, que ha sabido exprimir hasta la última gota del mejor talento de sus actores. Y que encima, se permite hacer un (agudo) homenaje en el desenlace a una de las series televisivas más famosas de este país, de la que también era protagonista Belén Rueda. Cuánto me alegro de que por fin, Alex de la Iglesia haya aprendido a rematar sus películas, a conseguir el tanto final que tantas veces merecían sus películas... y que nunca llegaba. Bueno, pues ahora ha llegado. Y casi puedo decir que ha merecido la pena esperar, porque le ha quedado una película excelente, de lo más redonda. 

TRAILER


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