Ralph Rompe Internet
(Rompe Ralph 2)
Phil Johnston, Pamela Ribon
Henry Jackman
Animation, Nathan Warner
La verdad es que la primera parte de esta delirante aventura basada en los videojuegos me gustó tanto, que me resistía a ver la segunda parte, habida cuenta de la política comercial de Disney (productora de la primera parte) cuando algo le funciona: esto es, replicar con los menos cambios posibles la fórmula anterior sin comerse mucho el coco, para volver a pegar el pelotazo y llevárselo crudo. Pero cuál no fue mi sorpresa que esta segunda parte de las aventuras del malo de los videojuegos más tierno de la historia no solo recoge el testigo del buen hacer de la primera parte, sino que de manera muy inteligente, integra las últimas tecnologías de la comunicación en la historia, ya que ahora además de un salón de videojuegos más o menos modernos, a Ralph y a Vanellope los meten nada más y nada menos que en internet.
No sé si ha sido algo fortuito, o se les ha errado un poco el tiro, pero a Disney le ha salido una película mucho más adulta, y de contenido más profundo que la primera parte: aunque los niños pudieran divertirse con los colorines de Sugar Rush (el videojuego de carreras de la niña protagonista) y la torpeza del tarugo de Ralph (que siempre lo rompe todo...) seguro que no captarán las bromas sobre youtube, twitter, facebook, ebay, youtube, amazon y todo el universo de la red que está en la película magníficamente encajada: todo ese universo de buscadores, de google, de juegos en línea, de realidad virtual, se añade a la ecuación de los personajes, poniéndolos en situaciones verdaderamente descacharrantes, como cuando Vanellope aparece en la trastienda donde se encuentran todas las princesas Disney, desde Pocahontas a la Bella Durmiente, pasando por La Sirenita o Jasmin. Mucha chicha argumental, cómplice y divertidísima. Impropia de Disney, vamos.
Además el gran gigante del entretenimiento mete todas sus franquicias en la película, desde Star Wars a Marvel, desde los soldados de asalto del imperio hasta Iron Man, un delirio cómplice que a poco que hayas cogido una consola alguna vez, hará que conectes con la historia de manera inmediata. Igual que sucedía en la primera parte, pero aún mejor.
No hace falta que diga que visualmente la película es igual o más impresionante que la primera, y que es capaz de recrear todo tipo de videojuegos, desde los clásicos de 8 bits, hasta los hiperrealistas de carreras de coches. La única pega que le pongo a toda la película son los últimos 5 minutos, que podrían haberse resuelto visualmente (y argumentalmente) de manera mucho más imaginativa, aunque en su favor hay que decir que la resolución final tiene su gracia.
Desde luego, creo que no es "la película de las navidades", aunque Disney lo haya intentado: es algo mucho mayor, algo mejor. Algo más profundo, en el nivel de la saga "Toy Story". Pude ver la película con una sala llena a rebosar de niños, y la mayoría no conectaban con la historia, porque resulta demasiado adulta, y eran los padres los que se reían ante los chistes. Quizás el público adolescente, más presente en internet y las redes sociales, si que pueda verse identificado con la historia, al igual que los adultos. No obstante, para mí ha supuesto un soplo de aire fresco, una muy imaginativa historia, y el reencuentro de personajes tan entrañables como los de esta película. Lástima que en nuestro país no podamos disfrutar de las voces originales de Ralph (John C. Reilly) y de Vanellope (Sarah Silverman), porque en el original son verdaderamente divertidos.
TRAILER
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