Creed 2 (la leyenda de Rocky)
Sylvester Stallone, Ryan Coogler
Ludwig Göransson
Kramer Morgenthau
No todo vale. No es suficiente con coger un antiguo éxito para poder remozarlo y volver a pegar el pelotazo. No. Más que nada porque el público de hoy día está de sobra curtido en ver todo tipo de productos audiovisuales, y conseguir convencerlo de que está viendo algo de calidad, ya es una tarea dura, sobre todo, si la película no tiene calidad. Y desgraciadamente, todo lo andado con el reboot de la saga Rocky con la anterior "Creed", se ha ido al traste.
Y mira que argumentalmente había unos mimbres interesantes para poder haberle sacado partido al tema. Pero no: todo el estilo que demostró Ryan Coogler con la primera parte de "Creed", reinventando la franquicia creada por Stallone con la figura del hijo de Apollo Creed, Adonis Creed, como nuevo aspirante a campeón de boxeo fue realmente interesante, original, fresca, imaginativa, resolutiva, bien planteada, y lo que es mejor, rescatando todo lo mejor de la saga original. Pero claro, todo se debía a la excelente dirección y guión de la película -por cierto, aún no termino de entender cómo Coogler después de "Creed" dirigiera "Black Panther", para mi la peor película de superhéroes que he visto...-. En cambio en esta segunda parte, aunque se haya rescatado al personaje de Ivan Drago (recordemos, que mató al mismísimo Apollo Creed en "Rocky IV") y creado a la némesis perfecta para Adonis Creed -un hipermusculado Viktor Drago, hijo de Ivan Drago y muy encajado en la "nueva Rusia" y capaz de destronar al nuevo campeón...-, tras ese argumento hay muy poco: se llena de tópicos desde el minuto uno, y todo lo que vimos de original en la primera parte se vuelve a repetir casi paso por paso, resultando de todo punto previsible y aburrido.
Aunque el guión de esta segunda parte es de Stallone y de Coogler, se han dado varios pasos atrás en la historia, en el sentido que parece que estemos viendo un verdadero "deja-vu" de "Rocky IV": exactamente la misma estructura argumental que la saga, en la que el campeón lo tiene todo a su favor, luego todo en su contra, el entrenador -ahora es Rocky- no quiere volver a entrenarlo porque teme por la vida del boxeador... todo demasiado visto. Todo demasiado trillado, no hay nada nuevo. Y claro, después de haber visto cientos de películas de boxeadores, uno empieza a estar ya hartito.
Y hay otro factor importante: Steven Caple Jr. Desgraciadamente no tiene la experiencia ni el talento como realizador de Coogler, y lo que nos puede mostrar en las peleas o los entrenamientos ya está de sobra visto en este subgénero de cine pugilístico: mientras que en "Creed" había momentos de gran originalidad y lirismo -algunos recordando al mítico "Toro Salvaje" de Scorsese-, ahora parezca que estemos más en una retransmisión baratucha de un combate por la televisión. No hay magia -en ninguna de las peleas-, todo resulta muy plano. Y como dije antes, muy previsible, que es lo peor. No hay sorpresa alguna.
Quizás el único elemento que me gustó de la película son las interpretaciones de Stallone y de Lundgren, ambos retomando de manera crepuscular a los dos antaño rivales del ring que vuelven a encontrarse y a los que la vida les ha golpeado duro en uno u otro aspecto. Pero la parábola boxística de la vida en esta ocasión no está tan bien llevada como en la anterior película de Creed. Y es una pena, porque han tenido una buena oportunidad para seguir y cimentar la saga con un nuevo boxeador que parecía que tenía mucho que decir. Pero no, desgraciadamente, aunque no ha sido un K.O. en toda regla, la película ha perdido por puntos, por agotamiento, por desidia y por aburrimiento. En esta ocasión, Creed (y Rocky) han besado la lona.
TRAILER
No hay comentarios:
Publicar un comentario