- DIRECTOR: Scott Cooper
- GUIÓN: Scott Cooper (Novela: Thomas Cobb)
- MÚSICA: T-Bone Burnett
- FOTOGRAFÍA: Barry Markowitz
- REPARTO: Jeff Bridges, Maggie Gyllenhaal, Robert Duvall, Colin Farrell, Sarah Jane Morris, Beth Grant, Annie Corley, Tom Bower, Alexandria Morrow, Luce Rains, Therese Olson, Josh Berry
Ver una película tiene mucho de uno mismo. Hay veces en que aunque te cuenten la historia más maravillosa del mundo, si no te implicas, da igual lo bien que te lo cuenten. En cambio otras veces, uno va a ver una historia que te han contado mil veces antes, además de una manera algo tópica y previsible. Incluso torpe, vamos. Y uno entra como un Mihura, al trapo a la primera de cambio. He visto en infinidad de ocasiones historias de redención, películas crepusculares donde el protagonista conserva parte de la grandeza que tuvo en la juventud e intenta tomar (aunque solo sea por una vez) las riendas de su vida. No hace demasiado tiempo “El Luchador” nos trajo a un renovado (y sorprendente) Mickey Rourke, con una clave muy, muy parecida a la que hoy nos ocupa. Y por supuesto, quizá uno de los referentes en este tipo de historias esté en el “Sin Perdón” de Eastwood, una monumental elegía al género humano (y quizás en su continuación semiótica en “Gran Torino”, una inesperada joya que nos regalo tito Clint el año pasado y que aún hoy sigue deslumbrándonos por su sencillez y eficacia). Bueno, pues aunque yo no sea ni alcohólico, ni cantante de western, ni tenga cincuenta y muchos años (todavía…), este film me tocó el corazoncito, qué le vamos a hacer. Quizás es que también tenga (como todos) algo de rebelde entre pecho y espalda: “Bad” Blake es un completo desastre y su vida está a punto de irse al garete. Bebe demasiado, no ha prestado atención jamás al amor (le avalan 5 divorcios y un hijo al que ni siquiera conoce) y malvive tocando viejas canciones en antros de mala muerte. Pero a pesar de todo, es un genio. Y su genio brilla. Ese resplandor le ilumina en lo que podría ser una luz de esperanza cuando aparece en su vida una periodista empeñada en hacerle una entrevista al mítico cantante de “Country”, cuya coherencia vital es completa y absoluta, y su existencia parece –literalmente- sacada de una de sus sentidas canciones… y todo vuelve a tomar una luz especial, una luz de ilusión para un hombre destrozado que siente que aún tiene una última oportunidad. Lógicamente, el film está hecho a la medida de Jeff Bridges, que encarna a una versión mucho más seria y dura de “El Nota”; aquí, a pesar de todo, sí que le importa hacia dónde va su vida, y se percata a la perfección de todas las barbaridades que comete. Pero el personaje es completamente entrañable, capaz de enternecer desde su miseria al corazón más pétreo. Tampoco podemos olvidar al productor del film, un Robert Duvall esplendoroso, inconmensurable en su vejez, y a Maggie Gyllenhaal en estado de gracia, al mismísimo nivel de estos monstruos sagrados, sin bajar el nivel ni un ápice, al igual que Colin Farrell en un breve pero contundente papel que es eje y giro de la historia misma de nuestro protagonista. Seguro que los aficionados a la música country habrán visto en el personaje de la novela de Cobb el reflejo de muchos cantantes del género como Willie Nelson, Kris Kristofferson o Kenny Rogers, y algo así le pasó al debutante director Scott Cooper, al que se le dio la oportunidad de oro para contar nuevamente la preciosa historia de la redención de un hombre y el precio que tiene que estar dispuesto a pagar para conseguirla. Y todo esto ambientado entre luces de colores, vapores de Bourbon y acordes de Road Movie con música Country. Precioso film, y aunque ya visto en muchas ocasiones, no deja de tener alma, corazón, sentimientos y pasión. Si por mi fuera, le daba el oscar ya a Bridges. Sin pensarlo.
TRAILER
2 comentarios:
Al final tuvistes razón y le dieron la preciada esatuilla dorada. Se lo merece por los treinta años de espera.
No sé si estaré en lo cierto, porque no he visto aún esta pelicula, pero creo que era más merecedora de llevarse ésta la de mejor película que "En tierra hostil".
Pues si, Bridges está que se sale... En cuanto al Oscar a la mejor película, coincido contigo en que "En tierra hostil" no es tampoco merecedora de ese premio (por supuesto el de mejor directora, guión original y demás, merecidísimos). Aun a riesgo de parecer políticamente incorrecto para muchos, yo el oscar a la mejor película (y lo que ello significa, es decir, producción, etc.) se lo habría dado sin dudar a "Avatar", y lo que ha significado y significará para la historia del cine...
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