Amanecer: Parte 2
DIRECTOR | Bill Condon |
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GUIÓN | Melissa Rosenberg (Novela: Stephenie Meyer) |
MÚSICA | Carter Burwell |
FOTOGRAFÍA | Guillermo Navarro |
REPARTO | Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Anna Kendrick, Peter Facinelli, Dakota Fanning, Ashley Greene, Jackson Rathbone, Nikki Reed, Kellan Lutz, Peter Facinelli, Elizabeth Reaser, Michael Sheen, Billy Burke, Booboo Stewart, Cameron Bright, Michael Welch, Julia Jones, Kiowa Gordon, Alex Meraz, Valorie Curry, Christopher Heyerdahl, Daniel Cudmore, Charlie Bewley, Jamie Campbell Bower |
Sé que esto puede parecer algo pedante, pero me resulta un insulto que esta película casi se llame igual que la obra maestra del maestro Murnau (que por cierto, hizo también la mejor película de vampiros de la historia del cine, "Nosferatu", allá por 1922). Dicho esto, vamos a entrar en materia con el colofón de una de las franquicias más rentables de los últimos tiempos, que tantos suspiros ha desatado en las adolescentes de todo el mundo, y que eleva su discurso a verdadera pornografía emocional, de escala básica. O sea, A+B, A+C, y al final, A+B+C: la chica se enamora de un chico, luego de otro, a ver con quién se queda de los dos, y al final, se queda con uno. FIN. Eso es crepúsculo, básicamente. El resto -incluida toda la parafernalia sobrenatural, vampiros, hombres lobos, y el susum korda que baje de los cielos- es completamente superfluo e irrelevante. Esto es más o menos una versión actualizada y rectificada de "Romeo y Julieta" y de todas las historias de amores imposible, incluido el musical y película "Grease", del que toma además referencias incluso estéticas (pijos y macarras ¿a quién elegir?).
Como vienen haciendo las grandes productoras, cuando tienen algo que vender lo estiran para poder forrarse más y mejor. Y si el fin de una saga resulta que les va a dar la gran explosión de pasta, pues un momentito, que vamos alargarlo. Pasó con Harry Potter, y ahora ha pasado con la saga Crepúsculo. Por supuesto, que en ambos casos podría haberse realizado perfectamente una última parte pero para qué, vamos a seguir sacándoles la sangre a los seguidores -nunca mejor dicho...- y a seguir vendiendo burras. En esta última parte -en cine, claro, que ahora tendremos un larguísimo camino en DVD, con contenidos extras, secuencias inéditas, montaje del director, etc. como ya hicieran Peter Jackson, George Lucas y todos los sinvergüenzas que explotan un producto hasta exprimirlo... y luego vuelven a exprimirlo otra vez- Bella despierta siendo vampira. Pero ojo, no olvidemos que ha estado a punto de morir porque quedó embarazada de Edward y ahora tiene una niña medio humana y medio inmortal, cosa que no va a sentar nada bien a los Volturi, la secta que guarda las tradiciones vampíricas. Como los Cullen se huelen que van a venir a cargárselos, pues buscan aliados en todas partes del mundo, para llegar a un gran enfrentamiento final...
Tampoco quiero contar más del argumento, para no tener que hacer spoiler alguno. Pero puedo asegurar que todos los incondicionales fans de la saga estarán encantados con el desenlace. Claro que los fans de la saga estarían contentos casi con cualquier cosa. Con ver a Pattinson y Stewart haciéndose arrumacos con la misma cara todo el tiempo (esto es, ojos y boca entrecerradas, mirada perdida...) y los abdominales de Lautner, ea, ya está. ¿Y qué pasa con el resto del público? Pues nada, que asistimos a una cinta ridícula, tan esquemática, tan básica, tan primitiva, que aunque la aceptes, porque cumple razonablemente los parámetros de la narrativa cinematográfica -incluso con elementos que te sacan de la historia como el retoque digital del bebé de bella, que es como una siniestra versión digital de la niña del exorcista...-termina por aburrir. Aunque, seamos justos, tiene momentos que medio entretienen.
Pero está claro que no hay mayor ciego que el que no quiere ver: aquí vienes a ver lo que vienes a ver, y sanseacabó. No hay más. Y tampoco hay que buscárselo, mire Vd. Quizás lo que más me moleste de esta saga adolescente, es que hayan cogido a uno de los mayores -y mejores- mitos de la ficción literaria, teatral y cinematográfica, como son los vampiros, para convertirlos en una suerte de superhéroes de moda, con grandes poderes que varían de uno a otro. Como los X-men, vamos. Mutantes capaces de correr, arrancar peñascos del tamaño de un autobús, predecir el futuro, dominar los elementos, lanzar rayos eléctricos... todo vale, señores. Nada más faltaba que llevaran mallas de colores y tuvieran nombres emblemáticos. Pero igual que me molesta con esta saga, también me molesta con otras franquicias como la de "Underworld" y su eterna guerra entre licántropos y vampiros, etc. La prostitución de románticos conceptos como la vida, la muerte, la eternidad o la pasión, reducidos a la simple estética de una ropa chula, una mirada sexy o unos superpoderes mostrados a tiempo. Qué pena.
En cuanto a los actores... poco hay que decir de ellos. Su incontestable inmadurez personal y actoral -y lo digo sin acritud, palabra de honor, tras haber visto las incursiones de los tres protagonistas en otras películas como "Cosmópolis", "Blancanieves y la leyenda del Cazador" o "Sin Salida"- es igual de enorme que su inexpresividad (claro que algunos dirán que precisamente así es como son los vampiros... ¿pero es que alguien alguna vez ha visto a un vampiro para saber cómo habla?). Pase lo que pase, tienen la misma cara de no estar enterándose de nada. Por supuesto, no tengo absolutamente nada en contra de ninguno de ellos, incluso creo que Pattinson es un tipo muy simpático -a diferencia de Stewart y Lautner, más sosos que una mata de acelgas...-, pero en estos cuatro años que dura la saga, les ha explotado en las narices un fenómeno fan que seguro que no esperaban y que probablemente les marque para el resto de sus vidas. Es más, creo que Kristen Stewart actúa, piensa, habla y se mueve igual que Bella, el personaje de la película y será prácticamente imposible desligarla de él (ya la veo de abuelita, con el ceño fruncido y el labio entreabierto cada vez que le hable alguien...).
Que no se preocupen los fans, que todavía hay vampiros de instituto para rato, por la cuenta que les trae a todos. Por mucho que Pattinson se haya empeñado en decir que nunca volverá a interpretar a un vampiro... acordaos que seguro que lo vemos otra vez con la tez blanquecina, el pelo de diseño y la ropa fashion. Y al otro marcando pectorales y con el pelo cortado al cepillo. Seguro, segurísimo. Igual que los vampiros son inmortales, esto no es el final, porque el final de estos tres será eterno. O casi.
TRAILER
2 comentarios:
Tú quieres decir Underworld en lugar de Underground ;)
Lo del bebé, terrorífico.
Pero molaba el momento "Los Serrano"
Ups, muchas gracias, Sergio. Ya está corregido... qué haría yo sin vosotros!!! Un abrazo.
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