La historia se repite. El Rey Midas de Hollywood recupera un guión perdido del cineasta más perfeccionista de la historia del séptimo arte. Steven Spielberg estrenó en 2001 A. I. Inteligencia Artificial, película de ciencia-ficcón concebida por Stanley Kubrick en los años setenta que finalmente produjo y dirigió el director de Tiburón. Ahora, según ha afirmado el propio Spielberg en una entrevista en Francia, llevará a la pequeña pantalla otro proyecto aparcado del director de La naranja mecánica.
En este caso, se trata de Napoleón, un biopic del conocido emperador francés escrito en 1961 en el que estuvo trabajando durante varios años. Kubrick, al no encontrar financiación suficiente, la falta de tiempo y la obsesión por tener pensado y controlado hasta el último detalle, aparcó para siempre el proyecto. Aún así, escribió un guión preliminar (de más de 150 páginas), elaboró un amplio catálogo de documentación (con espacios y vestuario de la época) y tuvo pensado sus dos protagonistas: el actor austríaco Oskar Werner (Jules et Jim) y la oscarizada Audrey Hepburn (Dos en la carretera, Desayuno con diamantes).
Steven Spielberg no ha desvelado más detalles sobre esta nueva producción. Simplemente que se tratará de una miniserie y que contará con el apoyo de la familia del director de 2001: una odisea del espacio y La chaqueta metálica. De hecho, esta colaboración también se cimentó en Inteligencia Artificial, así como en el soporte del director de E.T.: El extraterrestre durante el proceso de montaje de Eyes Wide Shut, la obra póstuma de Kubrick. Por cierto, el fallecido director envío una carta a los estudios de Hollywood con un mensaje claro para pedir financiación para sumegaproyecto de Napoleón: “Es imposible que os cuente qué voy a hacer salvo que pretendo hacer la mejor película que se haya hecho jamás“.
1 comentario:
Pues no guardo un gran recuerdo de Inteligencia Artificial: el primer tercio, eso sí, era magistral; el segundo, mediocre; y la tercera y última parte... infumable (ese niño, esa... hada o lo que fuese...). En fin, en cualquier caso, hay esperanzas, claro.
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