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¿Quién mató a Bambi?: Pero ¿cuándo toca reírse?

¿Quién mató a Bambi?
Director: Santi Amodeo
Hitchcock decía que el único pecado mortal de una película es aburrir. Yo añado, en mi modestia, que el único pecado de una comedia es no hacer reír. Y ese es precisamente el pecado de Amodeo: haber hecho una película brillante, bien rodada, mejor producida, muy cuidada, inteligentemente resuelta... pero que no hace reír. Si estuviéramos hablando de otro género, diría que es una aproximación inteligente sobre el destino, sobre la fragilidad del ser humano y cosas de esas que tanto gustan a los gafapastas amantes del cine europeo de (cualquier) festival, pero como de lo que estamos hablando es de una comedia, y además con vocación de desmadre, pues entonces no vale. Sobre todo porque no me he reído ni una sola vez en los 89 minutos que dura esta pretendida locura.
 
Un advenedizo empleado que está enrrollado con la hija del presidente de su empresa, su amiguete desastre, y el hijo de un obrero de dicha empresa al que han maltratado, y todos sus compinches. Y su padre, claro. Bueno, pues con esta galería de desgraciados se organiza uno de los líos más grandes que jamás hayamos visto en el cine español, con perdón de D. Luis García Berlanga (y por supuesto de Blake Edwards y Martin Scorsese). El problema es que lejos de las confusiones, las sorpresas o los sinsentidos -que muchos de ellos no resultan creíbles para nada- no hay diversión ninguna. Lo siento pero el sentido del humor de este director -que también ha escrito el guión- ya no me hace gracia. Todo lo que este director consiguió en "Astronautas" y en menor medida en su debut cinematográfico de "El Factor Pilgrim", lo destrozó con la ininteligible y pretenciosa "Cabeza de Perro" y con esta huida hacia adelante, de "¿Quien mató a Bambi?" (con un título totalmente desafortunado, ya que el chiste que pretende únicamente lo comprende el propio director, al estar fuera de lugar, un simple pretexto para "ser gracioso" y que no tiene nada que ver con el resto de la película...), una apuesta por hacer una versión española de "Resacón en Las Vegas", más que nada por su comercialidad más que por su calidad, obviamente. Para todos los enteraos que hablan tan mal de las películas comerciales norteamericanas....¿No son tan malas y tan fáciles de hacer estas películas? Pues hijo, con todo el cine que se supone que han visto -muchos empachados de Bergman y Antonioni para los restos- y todo lo enterados que son, no consiguen replicar la fórmula para poder forrarse (perdón, para que puedan forrarse los productores, porque en España que se forre un director/guionista es bastante más complicado que te toque la primitiva).
 
En esa delirante galería de personajes que plantea el director, hay sujetos tan reconocibles como trepas, niñas mimadas, empresarios imposibles, trabajadores amargados, jefes prepotentes, abogados corruptos... un nutrido repertorio de reconocibles referencias, pero filtradas por ese sentido del humor que antes comentábamos que únicamente es capaz de conectar con el propio director y sus amiguetes, a los que seguro que les hará muchísima gracia, pero que al resto nos dejan con cara de estar mirando totalmente perplejos algo que no funciona. Ni palante ni patrás.
 
Pero lo peor de todo esto, no es que se haya gastado un pastón (tanto en producción como en promoción, que no falte de ná) para que alguien haga su marcianada personal, y que encima no tiene gracia -que a ver si nos vamos olvidando del rollito de énfant terrible, que tienes 44 años, Amodeo...-. No. Lo peor es que el cine español -así, en bloque- tiene otra muesca negativa más. Otro palito a la burra para que muchos digan que hay que ver lo malo que es el cine español, lo aburrido que es, lo que se han gastado y lo que no deberían haberse gastado. Y es justo lo que nos hacía falta: por si no estuviéramos ya en los estertores de esta (inexistente) industria entre los impuestos, el paro, la dificultad en la producción, la huida de talentos al extranjero, la desaparición de productores, el cierre de salas, la piratería (que no es tal piratería, ya que ¿sabías que las películas que más se piratean son aquellas que hacen más dinero en la taquilla, y que además de las películas que se bajan la gente mayoritariamente CASI NINGUNA ES ESPAÑOLA) pues hale, otra excusa más para que el gran público diga -con más razón que un santo- que no vuelve a ver cine español. Suma y sigue, y así nos va. Para que luego nos quejemos del audiovisual: anda que entre "Grand Piano", "Séptimo" y ahora ésta, estamos apañados. Como para salir de la crisis, vamos... Y lo peor, es que en este caso tienen toda la razón.
 
TRAILER

1 comentario:

Kike dijo...

Me he reído mucho con tu crítica, Federico, mucho más que con la película, que ciertamente es una marcianada
incomestible. Efectivamente, me complace coincidir contigo. Un abrazo